El asesinato a manos de un policía de George Floyd, un ciudadano afroamericano de EEUU, generó decenas de protestas en todo el mundo contra el racismo y la violencia policial. Este domingo, algunas de ellas tuvieron epicentro en distintas ciudades de Londres, en el Reino Unido. Las marchas culminaron con represión policial luego de que el gobierno alertase sobre el peligro exponencial de contagios de Covid-19, publica Ámbito.
Asimismo, derrumbaron la estatua del traficante de esclavos del siglo XVII Edward Colston en la ciudad inglesa de Bristol. Los manifestantes en la localidad del suroeste de Inglaterra derribaron el controvertido monumento de Colston, erigido en bronce en 1895 en el centro urbano. Lo hicieron rodar por las calles hasta echarlo al agua en el puerto. La estatua de Colston (1636-1721), un benefactor de la ciudad que obtuvo su dinero del comercio y la explotación de esclavos, ya había sido objeto de polémica y motivó una petición ciudadana para que fuera retirada.
Lo curioso es que, en el mismo Reino Unido, manifestantes realizaron pintadas en estatuas de Winston Churchill, el exprimer ministro británico durante la segunda guerra mundial, acusado de racismo. Junto al pedestal de la estatua de Churchill se dejaron pequeñas pancartas con mensajes como ‘El colonialismo británico es el responsable’ o ‘¿Y si fuera tu hijo?’ y se ha adherido un pequeño cartón con el lema ‘Las vidas de los negros importan’ a la cintura de la estatua. En los vídeos difundidos en redes sociales se puede ver la estatua y un grupo de gente gritando consignas como ‘Churchill era un racista’ y ‘Boris (Johnson) es un racista’. Otro grupo de manifestantes parecía intentar proteger la estatua.
Y más: de la rabia de algunos de los manifestantes de Londres no ha salvado ni Abraham Lincoln, el presidente de EEUU que abolió la esclavitud, recoge El Periódico.