El juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, está desbordado de trabajo. Él solo lleva los casos Púnica, Lezo, parte de Gürtel, Aquamed, la operación antiyihadista de principios de enero (Barcelona), Villarejo… Por eso solicitó refuerzos que se concretaron en Diego de Egea, que en diciembre abandonó la tarea por razones personales, y en el juez Alejandro Abascal.
En este contexto, García-Castellón ha hecho saber a los personados en el caso Villarejo-FG que, si quieren que siga adelante, deben presentar una querella. Porque, hasta ahora, el exministro Miguel Sebastián, el exvicepresidente de la CNMV, Carlos Arenillas, y el exvicepresidente del BBVA, José Domingo Ampuero, sólo se han personado en la causa y no han interpuesto querella alguna, ni contra Villarejo ni contra FG.
Al Gobierno no le interesa, bajo ningún concepto, que salgan a la luz más grabaciones como las de la ministra de Justicia, Dolores Delgado. ¿Comprenden?
En otras palabras, se corre el peligro cierto de que el caso FG se cierre por prescripción del presunto delito, algo que ocurriría en noviembre de este año. Eso es lo que podría suceder, según fuentes del Tribunal si ninguno de los mencionados da un paso al frente y presenta una querella. El caso es, que tanto Sebastián como Arenillas y Ampuero estarían dispuestos a ir hasta el final, pero de momento lo único que han conseguido es envalentonar a FG.
Por cierto, el PSOE de Pedro Sánchez podría presionar a Sebastián para que esté quietecito y no presente esa querella que daría impulso al caso. De hecho, el ex minsitro de Industria ya dejó claro, cuando le propusieron como consejero de Indra, el pasado mes de enero, en representación de la SEPI, que él iba a ir hasta el final en el caso de las grabaciones que, supuestamente, le hizo Villarejo por orden y al pago de FG. Sólo así aceptó ser nombrado consejero de Indra en representación del sector público.
Al Gobierno no le interesa, bajo ningún concepto, que salgan a la luz más grabaciones como las de la ministra de Justicia, Dolores Delgado. ¿Comprenden?
Y lo más asombroso de todo sigue siendo… el estruendoso silencio de la Fiscalía, a pesar de la gravedad de los hechos y de los múltiples indicios existentes de que, efectivamente, estamos ante delitos muy graves. Mientras, el exdirector de Interviú y ex director general de Información Nacional de Moncloa, y hombre de confianza de Sánchez, Alberto Pozas, ha declarado este lunes durante unas dos horas como investigado (antes, imputado) por el presunto espionaje a Pablo Iglesias. Una cortina de humo del Gobierno socialista que le sirve para justificar la investigación ordenada por Fernando García-Marlaska tras el estallido del escándalo FG-Villarejo.
Pero al final, y si nadie lo remedia, FG podría salir indemne gracias a todo lo que (presuntamente) sabe de los políticos, de los jueces y de la clase empresarial española. Si no hay querella, no hay caso. Y nadie, ni siquiera la Fiscalía, parece dispuesto a enfrentarse al expresidente del BBVA.