• La nueva atmósfera dominante en Génova es ya de cristofobia abierta. Lo moderno ahora es el laicismo agresivo.
  • El homosexualista Javier Maroto exige la cabeza del católico Jorge Fernández.
  • Y para el resto de cristianos confesos: o se vuelven progres o se les enseñará la puerta de salida.
  • Maroto cuenta con el apoyo entusiasta de la presidenta madrileña Cristina Cifuentes, quien ha convertido el homosexualismo en uno de sus principios rectores.
  • Luis de Guindos, el otro católico oficial, ha pagado el peaje con la manipulación de embriones.
  • Y otros católicos, como Margallo o Montoro, ocultan cuidadosamente su fe.
Caza de católicos, que no de brujas (éstas están en el poder) en el Partido Popular. La portada del diario El Mundo asegura que en el partido se pide la dimisión de Jorge Fernández… quien estaría buscando la embajada en el Vaticano. Digo, para que quede claro el motivo de su defenestración, aunque oficialmente no se puede alegar cristofobia, no sería demócrata, así que no se le echa por cristiano: se le echa por dejarse grabar en su despacho. En el PP, cada día más laico, rediez, se ha atado la baza del católico. Si lo eres, al menos deberás esconder tu fe y hacer fe de progresía manifiesta. Por ejemplo, Luis de Guindos se salva de la quema por la manipulación de embriones humanos perpetrada durante su estancia al frente del Ministerio de Investigación, donde colocó como secretaria de Estado a la abortera Carmen Vela. Y otros cristianos, como García-Margallo o Cristóbal Montoro, se cuidan muy mucho de parecerlo, no vayan a caer mal en la nueva atmósfera dominante en Génova. Es Javier Maroto quien dirige esta operación, pero Rajoy deja hacer. El problema del antiguo alcalde de Vitoria no es que sea homosexual y se haya casado con otro varón aprovechando la ley Zapatero. No, el problema es que es homosexualista. Es decir no es gay, es lobby gay. Y los jóvenes en el partido le apoyan con entusiasmo, así como la vicepresidenta, Soraya Sáez de Santamaría, que también es muy laica ella y muy despectiva respecto a todo tipo de creencia. Pero, sobre todo, Maroto cuenta con el apoyo de Cristina Cifuentes, la más progre de todos los progres del Partido Popular. El problema es que ambos ansían lo mismo: ser presidente del Gobierno, pero por el momento, son buenos aliados. Eulogio López eulogio@hispandiad.com