La emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus ha despertado la era de los cazagangas, pues fondos y bancos de inversión esperan hacer un particular agosto, aprovechando el descenso del valor de las acciones de las compañías por los desplomes bursátiles. Entre los muchos ejemplos, está el del banco de inversión Morgan Stanley que ha entrado en International Airlines Group (IAG), al hacerse con el 5,03% y convirtiéndose en el tercer accionista, al tiempo que varios fondos han elevado su participación.
Como saben, normalmente, los fondos de inversión aterrizan en las compañía con el objetivo de estar un tiempo y después vender, disfrutando de unas jugosas plusvalías; mientras que los bancos de inversión van un poco más allá, pues además de plusvalías, esperan hacerse con el negocio financiero de la compañía en la que entran. Ambos han visto que pueden sacar tajada de la situación actual, de hecho, Larry Fink, CEO del gran fondo estadounidense BlackRock, ha señalado que “hay grandes oportunidades en el mercado”. Es decir, que a río revuelto, ganancia de pescadores.
Las acciones de IAG se han depreciado un 69% en mes y medio, y ahora reducirá aún más su actividad: su capacidad se recortará un 90% en abril y mayo
En el caso del IAG, Morgan Stanley se ha convertido en el tercer accionista, tras Qatar Airways (25,1%) y el fondo británico Lansdowne Partners International Limited (5,103%) -que también ha aumentado ligeramente su participación-. Por detrás del banco de inversión estadounidense se sitúan: Capital Research and Management Company (una excepción, pues ha bajado su porcentaje al 4,182% desde el 9,784%), Citadel (3,046%) y el inversor y filántropo Kenneth Griffin (3,024%), entre otros.
Y ojo, estos movimientos en el accionariado del holding aéreo no son baladí, pues sus acciones se han depreciado un 69% entre el pasado 17 de enero y el 31 de marzo. Este viernes, bajan más de un 1% y cotizan en 2,278 euros, después de que el pasado jueves anunciara que retrasa su Junta de Accionistas -y con ello, el plan de sucesión del CEO- y cancela el dividendo complementario, a esto se suma que recortará su capacidad en un 90% este mes y en mayo, frente al 75% anunciado. Además, no se puede olvidar que también tiene ‘tareas pendientes’, en las que al final decidirán los gobiernos de Reino Unido y España.