Cellnex ha lanzado su cuarta ampliación de capital en dos años, tras las efectuadas en marzo y octubre de 2019 y el pasado agosto, y la primera con Bertrand Kan en la presidencia no ejecutiva. En esta ocasión, como en la anterior, los Benetton no acuden, y esto sí tendrá efectos: dejarán de ser el primer accionista, un puesto que pasará a ocupar el fondo soberano de Singapur (GIC).
Eso sí, la familia italiana permanecerá en el accionariado de Cellnex, ahora en el segundo puesto, y seguirán apoyando la estrategia y la gestión. Recuerden que controlaban el 12,02% del operador de infraestructuras de telecomunicaciones inalámbricas antes de la citada operación a través de ConnectT Due, filial que es propiedad al 100% de Edizione (el holding familiar de los Benetton). No sólo no han acudido a la ampliación, sino que han vendido los derechos de suscripción preferente que le correspondían (un 3,5% del capital social): un 2,5% lo ha adquirido Lisson Grove Investment -filial del fondo soberano GIC, el cual tenía en total un 7,031% de Cellnex-, por lo que su participación asciende al 9,5%; y el 1% restante lo tiene Goldman Sachs para colocarlo entre inversores institucionales interesados.
Así, la participación de los Benetton se ha diluido, pasando del 12% al 8,5%. Y a pesar de bajar al segundo puesto del accionariado, “reitera su firme apoyo a la estrategia en curso de Cellnex y al aumento de capital, así como a la gestión y crecimiento futuro”. Recuerden que la compañía es la estrella del Ibex.
Antes de la ampliación, los Benetton tenían el 12,02% del capital; les sigue a distancia el fondo soberano de Singapur (GIC), con el 7,031%, y el de Abu Dhabi, con el 5,10%; otros muchos fondos y Criteria (4,774%)
Tras los Benetton y GIC está Abu Dhabi Investment Authority (ADIA), el fondo soberano de inversión de Abu Dhabi, con un 5,10% del capital; al que le siguen otros muchos fondos (el de pensiones canadiense CPPIB, BlackRock o Norges Bank, entre otros) y Criteria, que posee el 4,774%. Estas cifras podrían variar algo ante la nueva ampliación de capital, pero no se esperan grandes sorpresas. Una operación que está asegurada y ya tiene compromisos de suscripción por el 27% por parte de accionistas, consejeros y miembros de la alta dirección.
La ampliación de capital de 7.000 millones tiene un precio fijado de 36,33 euros por acción, lo que supone un descenso del 21,8% respecto a la cotización del pasado lunes y del 17% sobre el precio teórico ex derechos (TERP), que es de 43,75 euros por acción, según han destacado los analistas del Banco Sabadell. Unos descuentos que pueden ser la principal razón de que la operación no haya sido bien acogida por el mercado: la cotización ha caído durante la sesión, aunque a una hora del cierre ha empezado a subir un 0,2%, muy lejos del Ibex (+1,39%), y ha acabado la jornada con un alza del 0,9% frente a la del 1,21% del selectivo español. Y todo ello, un día después de que la Junta de Accionistas aprobará la remuneración al accionista del periodo 2020-2022, que recoge un aumento del dividendo del 10% anual.
Con la nueva ampliación, Cellnex prevé reforzar sus recursos propios y así financiar una cartera de proyectos que podría alcanzar los 18.000 millones de euros y la mitad ya están comprometidos
Con esta operación, Cellnex prevé reforzar sus recursos propios y así financiar una cartera de proyectos que podría alcanzar los 18.000 millones de euros en los 18 meses posteriores a su cierre. De este portfolio, 9.000 millones ya están comprometidos en las compras de Polkomtel Infrastruktura en Polonia, Hivory en Francia y la integración de torres de Deutsche Telekom en Países Bajos. Conviene recordar que los resultados de 2020 han reflejado que en Cellnex no importa tanto el beneficio sino el modelo de crecimiento. Además, la Junta ha aprobado el aumento de capital social mediante aportaciones no dinerarias en previsión de la futura entrada de CK Hutchison en el accionariado (en concreto, con 1.400 millones de acciones) una vez que cierren su operación en Reino Unido, dentro de los acuerdos anunciados en seis países europeos.
Y no se puede olvidar que la compañía que tiene como primer ejecutivo a Tobías Martínez es el mejor ejemplo del nuevo modelo, donde se tiende a separar el negocio de la gestión de los servicios de telecomunicaciones del negocio de infraestructuras de telecomunicaciones. Antes ambos negocios se integraban en un operador y ahora se están separando, como se puede ver en dos ejemplos recientes: hace unas semanas, Vodafone sacó a bolsa su filial de torres (Vantage Towers) y a mediados de enero, Telefónica vendió la suya, llamada Telxius, a American Towers.