• Las compañías no financieras ganan un 28,6% más hasta septiembre.
  • El empleo temporal sube un 13,2% mientras el fijo cae un 0,4%.
  • Fuerte caída del endeudamiento, aunque todavía estamos por encima de la media europea.
  • En resumen: las empresas españolas están en "mejor situación" para acometer inversiones, pero aún están lejos de los niveles pre-crisis.
Los datos de la central de balances trimestral del Banco de España publicados este martes muestran cómo las empresas no financieras españolas han mejorado considerablemente durante los nueve primeros meses del año. Basta con ver que su beneficio hasta septiembre ha aumentado un 28,6% respecto al resultado obtenido un año antes. Según el director general de economía y estadística del supervisor, Pablo Hernández de Cos, este avance se debe, fundamentalmente, a la buena evolución del consumo interno, a la contención de los costes laborales y a la reducción de los gastos de financiación. De esta manera, el valor añadido bruto (VAB) de las empresas españolas aumentó un 4,2% durante los nueve primeros meses del año, dato que mejora el crecimiento del 1,4% registrado en 2014. Dentro de la mejoría general, destaca el mejor comportamiento de las pymes frente a la gran empresa. ¿Motivo fundamental? La pequeña y mediana empresa en España se dedica, sobre todo, al sector servicios, justo el que más está tirando de la recuperación económica. Pero mientras la empresa española mejora, el empleo no lo hace de la misma manera. Es la paradoja de nuestra economía. Los datos están ahí: de enero a septiembre, el empleo temporal repuntó un 13,2%, mientras que los trabajadores con contrato fijo se redujo un 0,4%. Sí, es cierto que en 2014 el descenso fue superior (-1,2%), pero no deja de llamar la atención que a pesar de estar creciendo a niveles cercanos al 3% del PIB, la mejora del empleo siga siendo tan raquítica. El papel de las pymes ha sido fundamental en la creación de empleo, sobre todo durante la primera mitad de 2014 en el que las grandes corporaciones continuaban ajustando sus plantillas. Otro aspecto en el que ha mejorado, y mucho, la empresa española es en el de la reducción del endeudamiento. Según el Banco de España, la ratio de apalancamiento más elevada se produjo a mediados de 2010, cuando alcanzó el 118%. Era, además, un 37% superior a la media registrada en Europa. Pero la situación ha mejorado. En septiembre de este año, la ratio se había reducido hasta el 89%. Una caída muy significativa, aunque seguimos por encima ( 9%) de la media europea. Lo que está claro es que las empresas no financieras ya han realizado el ajuste fuerte y lo han hecho mediante la venta de activos. Ahora deben seguir desapalancándose, pero más por la vía de los ingresos recurrentes. Sin duda, el entorno de tipos bajos también ayuda. En definitiva, según Hernández de Cos, las empresas ya se encuentran en "mejor situación" para acometer inversiones, aunque todavía están a siete puntos de los niveles pre-crisis. Y esa es, todavía, mucha distancia. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com