El informe de la CEOE publicado este miércoles tiene en cuenta dos escenarios. Uno más optimista, en el que la vuelta a la normalidad se produciría en mayo, y otro en el que pasaríamos toda la primavera encerrados en nuestros hogares. En este último supuesto, el más pesimista, el PIB español caería un 9% y la tasa de desempleo podría alcanzar el 18%, frente al 13,8% actual, después de que el paro aumentara en 912.000 personas.
Aunque la patronal advierte de la dificultad para medir las consecuencias económicas de la pandemia en las cuentas públicas, estima que el déficit público podría alcanzar el 11% del PIB y la deuda pública superar el 115% del PIB.
En el mejor de los escenarios, en el que la recuperación de la actividad sería rápida, hasta el punto de alcanzar en diciembre el mismo ritmo de crecimiento que en 2019, el PIB caería el 5% y el paro aumentaría en algo más de 500.000 personas.
En ambos casos, la previsión de la patronal que preside Antonio Garamendi se muestra optimista si la comparamos con la de otras organizaciones como, por ejemplo, Goldman Sachs y el IESE, que vaticinan un desplome del 10%. En cuanto al paro, un informe de PWC, al que ha tenido acceso Vozpopuli, augura que se disparará hasta el 29,8%, el dato más alto de la historia, superior, incluso, a la tasa del 26,94% de enero de 2013.