El regreso a bolsa de Cepsa ocupa a los analistas, como es lógico, que hacen cuentas sobre la potencial revalorización de las acciones, pero apenas reparan en un aspecto tan importante como el precio: la retirada de España del emirato de Abu Dabi. A ese proceso responde lo demás, también la OPV, aunque los planes eran haber llegado a ella con el aliciente adicional de la entrada de socios de peso.
La orden dada por Mubadala, el fondo soberano de Emiratos Árabes Unidos, es clara: es preferible ganar menos a cambio de que la oferta sea un éxito. Tiene en cuenta lo que vendrá después: la venta del resto. Y es que España ha dejado de ser estratégica para el emirato, del mismo modo que Cepsa, que depende mucho más del negocio downstream (el refino, química, y la red de gasolineras suponen el 80% de la cifra de negocios) que del negocio de exploración y producción de petróleo (upstream).
Para Mubadala tan importante es ‘vender’ bien ahora el 25% como asegurar el recorrido posterior en bolsa
Curiosamente, se da como punto atractivo de la OPV el precio del petróleo, pero en la mente de Mubadala importa más el recorrido posterior de Cepsa en bolsa para sostener la cotización. De ahí la importancia también del dividendo prometido, que hasta ahora iba directamente a Abu Dabi.
Hay que tener en cuenta que la OPV se dirige a inversores institucionales, que piden mucho más que un inversor normal. Por eso es importante también la valoración bajista de Cepsa que hace Mubadala. Se trata de mantener el recorrido alcista posterior. En el nuevo escenario ya no estará como presidente el ministro de Energía de Emiratos, Suhail Mohamed Faraj Al Mazrouei, y lo haga el consejero actual Musabbeh Al Kaabi.
El problema de la dependencia del refino, como Cepsa, está en los márgenes, más estrechos, a diferencia del negocio petrolero, sobre todo a los precios del barril de crudo actuales. En años de vacas flacas, en ese sentido, todo hay que decirlo, Cepsa capeó el temporal mejor que otras compañías para salvar su resultado, gracias a las plantas de refino de Huelva y San Roque (Cádiz), que tiene por delante inversiones de 1.000 millones para modernizarse y mejorar en eficiencia.
Sorprende y encaja la compra del Medgaz, que es como anunciar la venta de un traje sin una manga
En la de refinería de Santa Cruz de Tenerife, detuvo la producción hace cuatro años por el problema medioambiental -está dentro de la ciudad-, lo que obliga a grandes inversiones. La mantiene como centro de almacenamiento y reserva para Canarias.
Esa es la situación y el prisma de Abu Dabi. No sucede lo mismo con el gasoducto Medgaz, que sí le interesa mantener al emirato. Eso explica que Mubadala haya comprado a Cepsa su 42% por 500 millones. Lo controlará con la argelina Sonatrach. (43%), con Naturgy en minoría (15%).
La compra ha sorprendido, básicamente porque la información está en el folleto de la OPV, con el anuncio incluso del destino de que dinero: la reducción de deuda, lo cual apoya la OPV (ojo, porque lo intentó vender sin éxito antes por 150 millones menos). Pero no deja de ser curioso que se anuncie la venta de un traje completo al que luego le falta una manga. Esa es la manga que quiere el fondo soberano emiratí con ese activo no estratégico para Cepsa, pero que abastece de gas natural desde Argelia a Europa vía España (Almería).