- La compañía controlada por el fondo soberano de Abu Dhabi gana 453 millones de euros hasta septiembre, un 64% más que en 2014.
- Suben las ventas un 3% y la utilización de las refinerías peninsulares alcanzan el 94% de su capacidad.
- Un año y medio después, sigue pendiente el futuro de la planta de Tenerife.
En mayo dijimos que
Cepsa había sustituido la exploración por el negocio del refino para salvar la cuenta de resultados. Y vaya que si lo ha hecho. Es más, según las
cuentas publicadas este viernes por la petrolera, en el tercer trimestre ha acelerado este negocio y ha conseguido compensar con creces la caída de la exploración y la producción de crudo.
Efectivamente, de enero a septiembre, el negocio que antes era típico de
Cepsa ha registrado unas pérdidas de 51 millones de euros, frente a las ganancias de 104 millones registradas en el mismo periodo de 2014. Y eso a pesar de que la producción de crudo ha sido un 1,3% superior a la de los nueve primeros meses del ejercicio anterior.
En otras palabras: la compañía que dirige
Pedro Miró (
en la imagen) ha sabido adaptarse con rapidez a la situación del sector. Un sector que también ha castigado, en este tercer trimestre, al resto de negocios. Así, el beneficio del área de petroquímica continúa cayendo respecto al mismo periodo de 2014 (-54%) y no supera los 42 millones de euros.
Lo mismo sucede con el beneficio del gas y la electricidad: desciende un 2% y pasa de los 26 millones registrados en 2014 a los 25 millones de este ejercicio.
Todo compensado, como hemos señalado, por el buen comportamiento de los márgenes del negocio de refino, cuyo beneficio ha repuntado un 424% y ha pasado de 91 a 475 millones de euros. Es lo que ha permitido aumentar el beneficio de la compañía controlada por
Ipic, el fondo soberano de
Abu Dhabi, un 64%, hasta los 453 millones de euros. La parte de comercialización también ha tenido cierto protagonismo: las ventas han aumentado un 3% respecto a las de 2014.
Como es lógico, la actividad de las refinerías ha sido muy elevada y ha alcanzado el 94% de su capacidad. Pero ojo, porque sólo ha sido así en las plantas ubicadas en la Península.
Queda pendiente aclarar el futuro de la refinería de Tenerife, actualmente limitada a labores de distribución y poco más. Lo malo es que esta situación dura ya más de un año y medio y no tiene visos de una pronta recuperación.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com