El sindicato Confederación Nacional del Trabajo (CGT) ha cargado contra la “falta absoluta de implicación pública en las estrategias industriales”, como se ha visto en el caso de Nissan y en su anunciada marcha de Barcelona. Así lo ha señalado Diego Rejón, coordinador estatal de Automoción en la Federación Estatal de Sindicatos de la Industria Metalúrgica (FESIM CGT-Metal), en la rueda de prensa telemática, donde se ha presentado la campaña ‘El sector de la automoción contra la deslocalización: nos traspasan, nos venden, nos hunden’.
“Se nos ha machacado con que no podemos tener nada público”, “se ha demonizado lo público”, ha subrayado Rejón, destacando que desde la entrada en la Unión Europea se ha perdido implicación pública. Y en su opinión, eso podría explicar la decisión de Nissan y de la Alianza que forma con Renault y Mitsubishi, de “repatriar producción hacia Francia y Japón”; pero también el hecho de que dentro del grupo Volkswagen, la marca Škoda, que siempre fabricaba menos que Seat, ahora le doble, porque en la primera, el Gobierno checo tiene un 30%, mientras en la española no hay presencia pública.
El sindicato critica que ahora el sector se enfrenta a la pandemia del coronavirus, que ha provocado el parón del mercado, y a problemas con los semiconductores, pero “se está usando para ganar en flexibilidad”
Rejón ha subrayado que las empresas “ahora dicen crisis, pero han logrado millonarios beneficios en los últimos años”. De hecho, ha citado que los de Volkswagen han sido de unos 60.000 millones de euros en los últimos cinco años; los de Renault, de unos 36.000 millones y los de PSA, de unos 42.000 millones si se suman los de Fiat Chrysler Automobiles (FCA), cuya fusión ha dado lugar a Stellantis. Rejón reconoce que si bien dichos beneficios desde la anterior crisis económica (2008) no han sido tan altos a los del periodo 2000-2008, las ventas han seguido aumentando. Ahora el sector se enfrenta a la pandemia del coronavirus, que ha provocado el parón del mercado, y a problemas con los semiconductores, pero “se está usando para ganar en flexibilidad” (turnos distintos, incluyendo festivos, dos turnos con la producción de tres,…) y “se está aprovechando para tergiversar la negociación colectiva”, ha considerado. “Aprovechan cualquier crisis para ganar más”, ha añadido.
Claro que no son sólo las grandes multinacionales, que “no están atravesando su peor momento”, según Miguel Fadrique, secretario general de la FESIM CGT-Metal. El sector de la automoción español también lo forman miles de empresas “que generan aún más puestos de trabajo que ellas y que en los últimos años están sufriendo un duro golpe”.