Los chicos de la NBA (negros bastante altos, decíamos en nuestros tiempos juveniles cuando entendíamos que lenguaje inclusivo era el utilizado en la inclusa) han lanzado su campaña contra los excesos policiales y, para hacerlo corto, contra el presidente Donald Trump en plena campaña para las presidenciales norteamericanas.
Curioso: esos chicos de la NBA no tienen ningún escrúpulo en promocionar su campeonato en la China comunista de Xi Jinping (y hasta en Corea del Norte, aunque esa es otra historia) con millones de asesinatos a sus espaldas, pero se rasgan las vestiduras cuando compatriotas policías se pasan (sí, se han pasado varios pueblos) con un personaje de raza negra (perdón, afrodescendiente).
Lo que, independientemente del suceso, significa que los chicos de la NBA se rebelan contra el demócrata Trump pero no contra el tirano Jinping. Y lo malo es que cuando el enemigo es el vecino, no hay nada que hacer.
Y ojo, al boicot del equipo Milwaukee Buxks se han unido el resto de conjuntos que juegan en la burbuja de Orlando y también ha tenido eco en otros deportes: la tenista Naomi Osaka y varios equipos de la liga de fútbol (MLS), la liga de baloncesto femenino (WNBA) y la liga de beisbol (MLB), además de varios jugadores de la liga nacional de fútbol americano (NFL).
Y las reacciones también ha llegado al otro lado del Atlántico: Pedro Sánchez está “conmovido e impresionado” por el boicot de los jugadores de la NBA y ha destacado la reacción del “deporte de alta competición contra la discriminación racial y los hechos sucedidos este domingo en Wisconsin”, como recoge Marca y se puede ver en su Twitter.
Conmovido e impresionado por la reacción del deporte de alta competición contra la discriminacion racial y los hechos sucedidos este domingo en #Wisconsin.https://t.co/IXTivyILRi
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) August 26, 2020