El beneficio de 7.942 millones de dólares (6.634 millones de euros) obtenido durante el primer trimestre del año, esto es, más del triple que el alcanzado en 2020, puede llevar a pensar que Citigroup va fenomenal, y no es así: la cifra de negocio cayó un 6,8% y no superó los 19.327 millones de dólares (16.146 millones de euros). El repunte del beneficio se debió, en gran medida, a la liberación de reservas (3.853 millones de dólares, unos 3.218 millones de euros) por la mejora de las perspectivas económicas. El negocio como tal, no anda bien.
Por eso, la entidad norteamericana anunció que centrará sus esfuerzos en el negocio de banca global de consumo en los mercados de Asia y EMEA, concretamente, en Singapur, Hong Kong, Londres y Emiratos Árabes Unidos. El objetivo, según la consejera delegada, Jane Fraser, es potenciar el negocio de grandes patrimonios.
Por el contrario, saldrá de China, Australia, Bahrein, India, Indonesia, Corea del Sur, Malasia, Filipinas, Rusia, Polonia, Taiwán, Tailandia y Vietnam.