Los hechos: FCC, controlada por Carlos Slim, lanzó una OPA de exclusión sobre la filial Cementos Portland Valderribas (CPV) a seis euros por título. Era el año 2016. La controversia se produjo porque el Santander era, al mismo tiempo, tasador y financiador de la oferta.
La CNMV, entonces presidida por el inefable Sebastián Albella, aprobó la oferta a pesar de esta circunstancia y lo minoritarios, representados por el despacho Cremades & Calvo Sotelo, acudieron a los tribunales. Según un informe presentado por ellos, el valor teórico contable de la empresa era de 10,29 euros por acción, y no los seis euros ofrecidos por Slim.
En 2019, la Audiencia Nacional les dio la razón y reclamó a la CNMV que exigiera a FCC elevar su oferta. Este jueves, el Tribunal Supremo le ha dado la razón a la constructora y a la CNMV, en detrimento de los minoritarios.
Y lo peor es que la decisión del Supremo sienta jurisprudencia.