- Los sindicatos recuerdan que los trabajadores deben ser readmitidos en su puesto de trabajo y en las mismas condiciones laborales que tenían antes del despido.
- Como ya contó Hispanidad, la tramposa reapertura de la fábrica de Fuenlabrada es sólo una maniobra que busca un verano sin boicot al famoso refresco.
- Los trabajos de mantenimiento necesarios para abrir de nuevo sus puertas comienzan este viernes, con críticas a los miembros del campamento y ataques a UGT.
- Pero hay un nuevo capítulo, el embotellador apuesta ahora por reabrir también otros dos centros afectados por el ERE: el de Palma de Mallorca y el de Colloto (Asturias).
- Por tanto, la única planta de Coca-Cola Iberian Partners que continuará cerrada será la de Alicante.
Tristemente, una vez más, hay que hablar del egoísmo y del mal comportamiento de la monopolística
Coca-Cola, en general, con España -una de sus mejores franquicias internacionales- y del embotellador
Coca-Cola Iberian Partners (CCIP), en particular. Y es que este último sigue empeñado en
cumplir las sentencias de la Audiencia Nacional (AN) y del Tribunal Supremo (TS)
a su manera, es decir, como si estuviera cantando la famosa canción de Frank Sinatra
My way (
A mí manera, en español).
Su última triquiñuela del embotellador que preside la poderosa Sol Daurella para lograr salirse con la suya ha sido anunciar la reapertura de tres de las cuatro plantas afectadas por su
ERE con beneficios. En concreto, las situadas en Fuenlabrada (Madrid), Colloto (Asturias) y Palma de Mallorca, según elEconomista. Pero no se confundan, pues sólo quieren reabrirlas como
almacenes o plataformas de distribución, y no como lo que eran antes del ERE (centros de producción).
Al hilo de esto, conviene recordar las palabras de los sindicatos, que señalan que los trabajadores deben ser readmitidos en su puesto de trabajo y en las mismas condiciones laborales que tenían antes del despido. Por ello, si finalmente CCIP reabre los tres centros mencionados como almacenes o plataformas de distribución, estaría incumpliendo las sentencias de la AN y del TS -que declararon nulo el ERE-, por mucho que piense que sí lo hace.
Como ya informó Hispanidad, hace unos días, la reapertura de la fábrica de Fuenlabrada no es más que
una trampa para lavar su imagen. Pero no sólo eso, se trata también de una "maniobra de marketing" que
busca un verano sin boicot al famoso refresco, como nos contó
Pilar García Torres, responsable de Política Industrial y Servicios de
CCOO Madrid, con la que además pretende que la sociedad se ponga en contra de la gente del
campamento, situado en las afueras de dicha planta.
Precisamente sobre la fábrica de Fuenlabrada se debe comentar que los trabajos de mantenimiento, necesarios para abrir de nuevo sus puertas, han comenzado este viernes, según un
comunicado de CCIP. Un escrito en el que el embotellador también aprovechó para lanzar críticas contra los miembros del campamento: el mencionado centro ha permanecido desde su cierre "sin ninguna actividad ni labores de mantenimiento o seguridad por la negativa de un grupo de activistas a permitir la entrada".
Paralelamente,
UGT denunció en la tarde del pasado jueves
a través de un comunicado "
ataques sufridos por sus delegados en Coca-Cola Fuenlabrada" cometidos en la noche del miércoles. En concreto, FITAG UGT condena que "sufrieron diferentes ataques y amenazas, a través de pintadas frente a su domicilio, y han sufrido daños en sus vehículos". Es más le reprocha a CCIP su actitud al señalar que "no se defiende mejor los intereses de los trabajadores con la barbarie, la intransigencia y con actitudes dictatoriales nada propias de nuestra democracia", sino con "vías pacíficas y la aplicación de la legislación vigente".
Sin embargo, en su manera de cumplir las sentencias, Coca-Cola Iberian Partners no ha contemplado la reapertura de la cuarta planta que resultó afectada en el ERE: la situada en Alicante, que continuará cerrada.
Más vale que en vez de llevar a cabo tantas artimañas y triquiñuelas para lavar su imagen, CCIP optara por coger el toro por los cuernos. Es decir, cumpliera las sentencias en todos sus términos, tal y como le han ordenado la AN y el TS, y no a su manera. Sólo así parece que se pondría fin a 16 meses de conflicto.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com