- La empresaria catalana puede estar feliz del gigante que preside: gana 478 millones ( 18%) hasta junio.
- Y los ingresos ascienden a 5.436 millones ( 3%), gracias a la inclusión de Alemania, Iberia e Islandia.
- Mientras, la multinacional de Atlanta vive el desplome de su beneficio (-60%) y facturación (-16%).
- Y los accionistas de Coca-Cola European Partners sacan tajada: un dividendo trimestral de 0,21 euros.
- En Iberia (España, Portugal y Andorra) ingresa un 8,5% más, pero eso no cambia el futuro de la denostada Fuenlabrada.
- Y es que Madrid no le gusta: por ejemplo, no está entre los 15 destinos turísticos que promociona en sus envases.
- Mientras, aumenta la producción y las plantillas de las plantas de Galdácano (Vizcaya), Málaga y La Rinconada (Sevilla).
Este jueves, han llegado los
resultados del primer semestre de
Coca-Cola European Partners (CCEP). A la luz de las cifras, no hay dudas de que la
'megaembotelladora' europea de la
marca de la felicidad es el gran chollo de
Sol Daurella (
en la imagen) y
su familia, que llevan más de 60 años sacando tajada de la
chispa más famosa. Y ahora si cabe, aún más pues la situación en números de CCEP es muy distinta a la que vive la
multinacional de Atlanta.
La empresaria catalana puede estar feliz del gigante que preside porque en el segundo trimestre, al igual que en el
primero,
ha ganado y vendido más; y por tanto, también en el semestre. En concreto, el
beneficio operativo contable ha sido de 635 millones de euros y el comparable de 688 millones, lo que supone un 14% más en base comparable. Por su parte, el
beneficio después de impuestos contable se ha situado en 445 millones y el comparable en 478 millones ( 18%).
Los
ingresos han ascendido a 5.436 millones hasta junio, lo que supone un 3% más que hace un año, aunque el aumento hubiera sido del 5% de no ser por el efecto de los tipos de cambio (-2%). Y todo ello gracias a la inclusión de
Alemania,
Iberia e
Islandia. Mientras, la multinacional de Atlanta ha vivido el
desplome de su beneficio (-60%) y su facturación (-16%) en el segundo trimestre del año.
El Ceo de la 'megaembotelladora' europea,
Damian Gammell, ha presumido de los resultados del "
sólido segundo trimestre": un beneficio después de impuestos contable de 298 millones y comparable de 326 millones ( 19,5%) y unos ingresos de 3.054 millones ( 5,5%). Cifras que reflejan "firmes progresos en la construcción de nuestro negocio y en la consecución de las
sinergias planeadas". De hecho, calcula que lograrán unos
ahorros antes de impuestos de entre 315 y 340 millones en el año 2019.
Asimismo, Gammell ha añadido que los resultados apoyan "la lógica estratégica" de crear CCEP. Y cómo no, los accionistas -entre ellos,
los Daurella, los Gómez-Trenor y los Comenge- sacan tajada: ahora un
dividendo trimestral de 0,21 euros, que cobrarán el 11 de septiembre.
Conviene destacar que Iberia (España, Portugal y Andorra) ha ingresado un 8,5% más, pero eso no cambia el futuro de la denostada
fábrica de Fuenlabrada -antaño vista como un ejemplo por Atlanta y ahora
reconvertida en un centro logístico con poco trabajo efectivo-. Y es que
Madrid no le gusta a CCEP: basta recordar la frase "O Madrid o mi cabeza" que dijo
Víctor Rufart -actual director de Estrategia de CCEP y ex director general del embotellador español CCIP- en un momento del conflicto laboral -aún sin acabar-, que ahora vemos en el hecho de que Madrid no está entre los 15 destinos turísticos españoles que Coca-Cola promociona en sus envases.
Mientras, la 'megaembotelladora' ha aumentado la producción y las plantillas ( 30%) de las plantas de
Galdácano (Vizcaya), como informa
Noticias de Álava;
Málaga y
La Rinconada (Sevilla), según
La Opinión de Málaga. Es lo que tiene no producir en Madrid, las fábricas de la periferia de la península tienen que sustituirla y el refresco debe viajar muchos más kilómetros, o sea,
al igual que en Atlanta, la estrategia es reducir gastos de personal, a pesar de incrementar los de transporte (que se distribuyen a lo largo del tiempo)… y con el
impuesto sobre el azúcar sobrevolando el ambiente.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com