- El embotellador único español mantiene una "actitud cerrada y no tiene voluntad de reabrir el proceso de negociación", cuenta Francisco López a Hispanidad.
- El secretario de Política Sindical de CCOO Madrid señala que la Audiencia Nacional ha desestimado las medidas cautelares sobre la recolocación de trabajadores.
- Con estas, los sindicatos pretendían que se obligara a Coca-Cola Iberian Partners a suspender la readmisión en los centros operativos, en vez de en sus antiguos puestos.
- Por su parte, CCIP no va a obligar a incorporarse a los empleados hasta que la Audiencia se pronuncie, pero si no lo hacen tampoco les va a pagar sus salarios.
- Paralelamente, CCOO convoca una manifestación en Madrid pidiendo que la sentencia se ejecute ya para todos los trabajadores afectados por el ERE con beneficios.
Está a punto de cumplirse un año desde que el embotellador único español de la 'marca de la felicidad', Coca-Cola Iberian Partners (CCIP), anunciara su ERE con beneficios y el cierre de cuatro plantas en nuestro país, sin embargo aún no se atisba el fin del conflicto. Y es que el embotellador que preside Sol Daurella sigue empeñado en que su ERE triunfe, aunque la Audiencia Nacional (AN) lo declaró nulo el pasado junio.
En concreto, CCIP mantiene una "actitud cerrada y no tiene voluntad de reabrir el proceso de negociación", cuenta el secretario de Política Sindical y Negociación Colectiva de CCOO Madrid, Francisco López, a Hispanidad. "Busca cualquier resquicio para no acatar lo que los tribunales le marcan", añade.
López señala que la AN ha desestimado las medidas cautelares solicitadas por los sindicatos sobre la recolocación de trabajadores despedidos porque no se considera competente. Con estas medidas, CCOO, UGT y CSI-F pretendían que se obligara al embotellador a suspender la readmisión de los empleados en los centros operativos, en vez de en sus antiguos puestos.
Recuerden que el pasado noviembre, este tribunal dio una segunda bofetada a CCIP autorizando la ejecución provisional de la sentencia, a la espera de que se resuelva el recurso de casación que la empresa presentó ante el Tribunal Supremo (TS). Con esta decisión, el embotellador tenía cinco días para decir si reincorporaba a los despedidos y un mes para abonarles sus sueldos y atrasos. Finalmente optó por cumplir a su manera: ofrecer la readmisión en centros operativos abiertos, no en antiguos puestos (fábricas de Alicante, Palma de Mallorca, Colloto y Fuenlabrada) y no dijo nada del dinero.
En estos momentos, CCIP no va a obligar a los empleados a incorporarse hasta que la Audiencia se pronuncie, algo que podría suceder esta semana o la próxima, según afirma Francisco López. Pero si no vuelven al trabajo antes de que finalice el plazo -el próximo día 9- tampoco les va a pagar sus salarios, por ahora.
Si finalmente la AN decide que los despedidos vuelvan al puesto que ocupaban antes del ERE, pero la fábrica se encuentra cerrada, como en el caso de Fuenlabrada, "está claro que no se pueden reincorporar", señala López. Pero el embotellador estaría obligado a "darles de alta en la Seguridad Social y a pagarles su salario".
Paralelamente, CCOO ha convocado una manifestación en Madrid para la tarde del jueves, que partirá de Atocha y concluirá en la Puerta del Sol. En la que pedirán que la sentencia se ejecute ya para todos los trabajadores afectados por el ERE con beneficios.
Con todo este panorama parece que CCIP no ha empezado con buen pie el 2015, después de que el ERE con beneficios, el cierre de fábricas y más de una polémica -'abertzale' incluida- fueran su balance del año pasado.
Cristina Martín