- Y los ingresos continúan a la baja (-16%).
- Se trata de sus primeros resultados como presidente y Ceo, tras sustituir a Muhtar Kent en mayo, y son malos.
- La multinacional gana 1.177 millones de euros en el segundo trimestre e ingresa 8.329 millones, mucho menos que hace un año.
- En el semestre, las cifras no son mejores: beneficio de 2.178 millones (-48%) e ingresos de 16.059 millones (-14%).
- ¿La razón? La reordenación de sus embotelladoras en Norteamérica, la integración de las alemanas en la 'megaembotelladora' europea y el tipo de cambio.
- O sea, que los despidos de trabajadores resultan carísimos. Pues que no despidan.
- Y mientras, los impuestos sobre el azúcar está en auge: Coca-Cola lanza su nueva marca Zero Azúcar en EEUU, tras su éxito en España, Reino Unido y México.
Las cosas no están en
Coca-Cola para tirar cohetes a la luz de sus últimos resultados, que son malos y los primeros con
James Quincey (
en la imagen) como presidente y Ceo, después de que el pasado mayo sustituyera a
Muhtar Kent. El nuevo jefe del mayor fabricante de refrescos del mundo
no ha logrado recuperar la chispa: el
beneficio se ha desplomado un 60% en el
segundo trimestre y los ingresos han seguido a la baja (-16%).
Coca-Cola ha ganado 1.177 millones de euros entre abril y junio y ha tenido unos
ingresos de 8.329 millones, cifras muy inferiores a las de hace un año y
con descensos superiores a los vistos en el primer trimestre. De ahí que las cuentas semestrales tampoco hayan dado alegrías: el beneficio neto atribuido ha sido de 2.178 millones,
lo que supone una caída del 48% respecto al del mismo periodo de 2016, y los ingresos se han situado en 16.059 millones (-14%).
Pero, ¿a qué se deben estos descensos? En primer lugar, a la
reordenación de sus embotelladoras en Norteamérica, que ha tenido un impacto negativo de 561 millones en el segundo trimestre y de 633 millones en el semestre. Y es que Coca-Cola ha optado por
reducir gastos de personal, a pesar de que se incrementan los de transporte (que se distribuyen a lo largo del tiempo).
El segundo motivo es la
integración de las operaciones de embotellamiento en Alemania, que ahora forman parte de la 'megamembotelladora' europea, y ha tenido un cargo de 35 millones en el segundo trimestre y de 206 millones hasta junio. Y como
no hay dos sin tres: también ha habido un efecto adverso del
tipo de cambio (-2%).
Y mientras, el
impuesto sobre el azúcar está en auge (cada vez se implanta en más países) y con este, las quejas y el temor de la multinacional de Atlanta. Por eso
ha lanzado su nueva marca Coca-Cola Zero Azúcar en EEUU, tras su éxito en España -una de sus mejores franquicias, aunque bastante maltratada-,
Reino Unido y México. Así, trata de adaptarse a los hábitos del consumidor, que obsesionado por la salud, ahora prefiere las bebidas que tienen menos o
zero azúcar.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com