Si bien ayer contábamos que el gran agente de campaña demócrata, la red social Twitter, estaba censurando todo intento de denuncia de existencia de fraude electoral, ahora hemos vivido un nuevo episodio que marca un antes y un después en la historia de EEUU y en la influencia del Nuevo Orden Mundial en el mundo de los medios.
Comparecía el presidente Trump ante los periodistas para denunciar el posible fraude electoral en los Estados clave que faltan por recontar cuando ocurrió algo ciertamente sorprendente. Las tres grandes cadenas televisivas de EEUU, la ABC, la CBS y la NBC, de manera simultánea, cortaron la emisión del discurso del presidente: le censuraron. La explicación la proporcionó el presentador de la NBC Lester Holt, conocido por su sectarismo político a favor de los demócratas, quien afirmó: “Tenemos que interrumpir aquí, porque el presidente ha hecho una serie de afirmaciones falsas, incluyendo la existencia de fraude electoral sin pruebas”.
Es decir, que son los locutores de TV quienes dictaminan lo que es verdad y lo que es mentira. Carmen Calvo, nueva mano censora del Reino de España, debe estar feliz con esa tesis.
Trump no tiene pruebas: ¿cómo va a tenerlas si el presunto fraude todavía se está ejecutando?
Y luego está lo del mantra “sin ninguna prueba y lleno de falsedades”, que se ha repetido misteriosamente en todos los medios de comunicación a modo de consigna. También en España, por ejemplo, RTVE. Oiga, cuando alguien denuncia es porque sospecha. Rara vez tiene pruebas: precisamente es la policía y los jueces quienes deben realizar diligencias para comprobar la veracidad de una acusación. No se le puede pedir a Trump que ‘demuestre’ que los demócratas han dado un pucherazo. Como no pueden pretender los progres que no se pueda ni tan siquiera plantear la duda cuando resulta que la media docena de Estados clave son precisamente, aquellos en los que el recuento se ha retrasado hasta tres días. ¿Eso no resulta sospechoso? Pues esa es, precisamente, la censurada acusación de Donald Trump.
En cualquier caso, ¿desde cuándo se censura y se interrumpe la emisión de un discurso del presidente de los Estados Unidos? Y más sorprendente aún, ¿quién efectuó la consigna para que todos los canales de televisión, salvo la Fox, la única pro-Trump, y medios de internet lo interrumpieran de manera simultánea?
Las teles progres se atrevieron a censurar al presidente de los Estados Unidos. Toda una novedad
Lo peor de todo es que este episodio, digno de una dictadura y que supone vomitar sobre la libertad de prensa y los derechos fundamentales, contó con el aplauso de los medios de comunicación europeos.
Mientras tanto, sigue avanzando el recuento y ahora Joe Biden, más que nunca, debe confirmarse como un hombre de fe, porque la aparición milagrosa de papeletas en las urnas es similar a la multiplicación de los panes y los peces y con este milagro ha logrado ponerse por delante en el recuento en los Estados de Georgia y Pensilvania. En el caso de Georgia, la ventaja era de apenas 1.000 votos a favor de Biden al dar esta crónica, así que ahora, por fin, después de varios días, han aparecido los votos suficientes para que Biden se ponga en cabeza: no duden que el recuento ya sí que culminará de inmediato.
Mientras tanto, a las acusaciones de fraude que ya denunciábamos, se une la del Estado de Nevada, donde el portal Washington Examiner informa que el Partido Republicano del Estado ha enviado al Departamento de Justicia de Estados Unidos más de tres mil denuncias de fraude electoral, poniendo de manifiesto que han existido miles de votos demócratas en el Estado que han sido emitidos por ciudadanos que no son residentes en el mismo y que, por lo tanto, no tendrían derecho a voto en dicho Estado.
Y luego está la inteligencia de Joe Biden, capaz de abordar dos tareas al mismo tiempo: hablar y mascar chicle
Por supuesto, no duden que los medios de comunicación no sólo no informarán sobre los cientos de acusaciones de fraude electoral, sino que además continuarán censurando y persiguiendo a todo aquel que se atreva a denunciarlo. En concreto, El País ha vuelto a hablar de los bulos a favor de Trump. Era el mismo periódico que alentaba a Al Gore a llevar a los tribunales el presunto pucherazo de George Bush.
EEUU se aproxima de manera imparable al abismo. Se aproxima al fin de la democracia real, sometida al Nuevo Orden Mundial y su pensamiento único, políticamente correcto. Es el comienzo de los tiempos oscuros: un títere del pensamiento único ocupará la Presidencia, una marioneta que recuerda al presidente Lyndon Johnson, cuya inteligencia era capaz de abordar dos cosas al mismo tiempo: hablar y mascar chicle.
La cacería de Donald Trump, el presidente más atacado de toda la historia norteamericana, no ha concluido, Primero le quieren muerto, para luego profanar su cadáver. Nancy Pelosi -otra católica abortista- no esperó a los resultados definitivos para hacer leña del árbol caído antes de que caiga definitivamente. La pudiente majadera de California acusa a Trump de preparar un sabotaje contra la nueva Administración. Es más, asegura que ya lo estaba preparando desde hacía días… cuando Trump estaba convencido de ganar.
Y recuerden, Trump no se rinde. Las elecciones no han terminado, asegura su equipo, mientras predicen que los tribunales le mantendrán en la Casa Blanca.