• Ahora, la palabra clave en Bruselas es descarbonización, justo cuando el carbón
  • empieza a ser un combustible barato, inagotable y sostenible.
  • Y la otra tontuna: prescindir de la energía nuclear y de las investigaciones en fusión por miedo a la marea ecologista.
  • Por supuesto, de las facturas hidráulicas, ni hablar. Así, los estadounidenses vuelven a situarse en cabeza de la procesión.
  • En el entretanto, Arias Cañete se pierde en las interconexiones eléctricas y olvida las gasísticas… que son las que benefician a España.

El vicepresidente de la Comisión Europea responsable de Energía, honorable Günther H. Oettinger (en la imagen), es alemán. Y los germanos son muy dóciles a los tópicos. La Unión Europea vive ahora bajo el tópico ecologista y entonces es cuando se decide por la energía verde: la más cara y la más subvencionada. Mientras abandona fuentes como el carbón, antes muy contaminante, ahora apenas nada. Aunque claro, gracias a que el poderoso lobby ecologista consiguió implantar los derechos de emisión.

Total, que la nueva reforma energética del jefe alemán del comisario español Cañete camina por el proceloso mundo de los lugares comunes: cambio climático, energías renovables, suprimir la carbonización y muchas, muchas subvenciones públicas.

Justo en el momento en el que la investigación ha convertido al carbón en una materia prima energética casi inagotable en el mundo, donde se ha conseguido reducir su efecto contaminante a mínimos.

Al mismo tiempo, la opción por las renovables, ha arrinconado las necesarias investigaciones en energía nuclear, tanto en lo que se refiere a los nuevos reactores de fisión, que producen menos residuos, como a la fusión nuclear controlable, que sería la energía definitiva.

Y, por supuesto, nada de fractura hidráulica. De esta forma, Europa permite que los norteamericanos dejen de ser deficitarios en energía e impongan su ley en el mundo del petróleo. Qué le vamos a hacer: en la vieja Europa somos así de tontos.

Cañete no ha tenido la mínima personalidad para oponerse a esta marea por la que todos pagaremos, a escote, las carísimas energías renovables en beneficio de unos pocos millonarios progresistas, como ocurre en España, como la triple A: de Acciona (los Entrecanales), ACS (los March y Florentino Pérez) y Abengoa (los Benjumea) expertos en hacerse millonarios a costa de las subvenciones públicas a la energía verde.

Y encima, la letra menuda de la reforma energética europea, la que cantan los telediarios españoles, es decir, las interconexiones energéticas en Europa, resulta que Cañete y el Gobierno español acepten que se empiece por las interconexiones eléctricas y no por las gasísticas, siendo éstas últimas las que más necesita España y las más útiles para la infraestructuras energéticas patrias, es decir, para el conjunto de los españoles.

Una de dos, o no pintamos nada en Europa o el Partido Popular, y en especial Arias Cañete es tonto. O las dos cosas a la vez.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com