• En España hay 45.000 prostitutas, y según el Gobierno, el 80% forzadas, pero nadie sabe las cifras reales.
  • Plan del Gobierno contra la trata de blancas: se promocionará pero no se sancionará al cliente.
  • Todo el plan obedece al principio de que la mujer es una santa y el varón un sinvergüenza. Pero así no se ayuda a la mujer.
  • En resumen, la prostitución seguirá siendo 'alegal'. Lo mejor para esclavizadas y esclavistas.
  • Refugiados sirios. Rajoy 'el indolente' no es Merkel: que la iniciativa la tome Bruselas.
  • Toda Europa, y España también, se muestra repugnantemente lenta en la ayuda.
  • El reverso: nadie se preocupa de los fanáticos musulmanes que se nos están colando. Los de la 'No Cross'.
Consejo de Ministros del viernes 18 de septiembre de 2015. Nada menos. En esta indolente etapa de fin de legislatura el Gobierno distrae sus ocios legislativos con planes 'sociales'. Por ejemplo, el Plan contra la Trata de Mujeres. Que está muy bien como intención pero no servirá para nada, porque para eso tenemos a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, quien nos habla de "la esclavitud del siglo XXI", o al ministro de Sanidad y Servicios, Sociales, Alfonso Alonso (ambos en la imagen), quien no ilustra sobre "la mayor esclavitud de nuestro tiempo". Sí, la esclavitud sexual es una muy habitual, actual y triste forma de esclavitud. Sólo que muchas veces no es forzoso. Como repiten una y otra vez las asociaciones de prostitutas: ese es su oficio y quieren seguir ejerciéndolo. Además, desde el planteamiento mismo comienza el caos. El ministro Alonso asegura que existen 45.000 prostitutas en España, pero no lo tiene claro. Si no tiene claro la cifra global, de la que parten todas las demás, entonces tenemos un problema. Por ejemplo, ¿Debemos creernos el resto del armazón estadístico? ¿Debemos creernos que 14.000 son las prostitutas forzosas? Además, ¿esas 14.000 no constituyen el 80% de 45.000? ¿Debemos creernos que cuatro de cada 10 varones piden los servicios de prostitutos y/o prostitutas en España? ¿Y que existen 21 millones de prostitutas en el mundo? ¿Podemos aceptar que sólo el 20% de esas 45.000 -que no sabemos si son 45.000- son prostitutas forzosas y sólo el 20% lo hacen porque les da la gana? Puede ser, pero no olvidemos que la única vez en su historia al menos que yo recuerde- que alguien en el PP intentó acabar con la prostitución en positivo (Ana Botella, cuando empezó su carrera política en el Ayuntamiento de Madrid) terminó con un éxito del 2% o, para ser más exactos, con un fracaso del 98%. Botella y su equipo intentaban convencer a las prostitutas de que dejaran tan espantosa ocupación y, si estaban dispuesta a ello, les ayudaría a repatriarse (la mayor parte de las prostitutas que ejercen en España son rumanas, nigerianas y búlgaras) o a buscar un empleo. Lo que ocurre es que el PP no cree que la prostitución, en sí misma, sea algo malo, mientras no sea forzosa. Todo el plan obedece al principio de que la mujer es una santa y el varón un sinvergüenza. Pero así no se ayuda a la mujer. En cualquier caso, el nuevo PP es más moderno y progresista que todo eso y ni se plantea liberar a las esclavas de la esclavitud, aunque ellos sean sus propios negreros. Eso es demasiado costoso para Rajoy el indolente. Por tanto, el proyecto de Alonso asegura que va a perseguir, no la prostitución, sino la trata, a los esclavistas. Ahora bien, nueva contradicción. Si se trata de acabar con la trata, ¿por qué perseguir al cliente? Y ya puestos, ¿por qué no ir al núcleo del problema e ilegalizar la prostitución, un negocio viscoso que degrada a la mujer que cobra y al varón que paga (y lo mismo con el resto de 'modalidades')? Todo prostíbulo es un centro de esclavos, se trate de mujeres presionadas o se trate de mujeres contratadas. Y los proxenetas son los más interesados en la ilegalización o, al menos, en mantener el limbo legal actual vigente en España: la prostitución es alegal. Es lo que más conviene a prostitutas y a proxenetas, a la presunta esclavizada y al presunto esclavista. Otro importante dato de la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros es que el titular de Justicia, Rafael Catalá acudirá a los actos de canonización en Estados Unidos de Fray Junípero Serra. ¡Pues menudo es Catalá! El segundo tema es el de Cataluña, que empieza a resultar tremendamente aburrido y del que ya damos cuenta en otros apartados. Y, naturalmente, los refugiados sirios. ¡Qué capacidad tiene la vicepresidenta Soraya para hablar mucho y no decir nada?! Para ser exactos, Mariano el Indolente se ha visto arrastrado a acoger refugiados sirios porque Angela Merkel tira de la cuerda. Eso sí, acoge aquellos a los que les obligan mientras piden una política de asilo común en Europa. Cierto, y aún más cierto es que Occidente no quiere acabar con el problema en origen, en Siria. Ahora bien, Rajoy se niega a responder cuando le preguntan si está dispuesto a mandar tropas contra el Estado Islámico. En definitiva, Rajoy no se parece a su admirada Merkel. Rajoy es un indolente que no está dispuesto a correr riesgo alguno. O sea, lo del consejo de la madre del piloto: "tú ante todo, hijo mío, vuela bajo y despacio". La mejor manera de darse una castaña. Pero Soraya lo vende bien. Estamos -asegura- ante un proceso europeo, no español -pero usted no toma iniciativas, como sí hacen otros-, esas familias no deben ser sólo acogidas sino integradas, pero por algún sitio hay que empezar. Por ahora, el Gobierno enviará misiones de enlace a Italia y Grecia, a fin de que puedan identificar a los que van a venir. Todo muy lento, sencillamente porque Rajoy no es Merkel. Que las iniciativas las tome otro. Las excusas son cienes y cienes: que el que manda es Europa, que tenemos ir todos juntos (por ejemplo, Hungría y Alemania), que hay que preparar la infraestructura, que no sólo hay que acoger sino integrar. Bueno, pues empiece matando el hambre y ya nos ocuparemos de la integración, porque cabe la posibilidad de que mientras usted se prepara los refugiados se mueren de hambre o de asco. Y, al mismo tiempo, oiga, ni una palabra de seguridad. Claro que se están colando yihadistas y lo que es peor, se están colando fanáticos musulmanes aprendices de yihadistas. Aún así, hay que ayudar y si se ayuda debe ser ahora. Es cierto que Angela Merkel ha provocado el efecto llamada pero con estos bueyes hay que arar porque, en ocasiones, lo urgente debe primar sobre lo importante. Eulogio López eulogio@hispanidad.com