Espléndido artículo de La Razon de este lunes. En el lapso de 6 de julio a 16 de agosto -el famoso rebrote veraniego del virus- resulta que la criticada Madrid, blanco de todas las iras, la “bomba radiactiva (¿?) y vírica” del socialista Emiliano García-Page… es la comunidad autónoma española con menos fallecidos por habitante, sólo adelantada por La Rioja.

Aumenta el pánico de los españoles al virus y vuelve el Estado policial, la España de la delación… y las mentiras estadísticas

¿Por qué no pensamos así sino todo lo contrario? Pues porque la propaganda monclovita anti Díaz Ayuso nos nubla las entendederas y hacemos caso al número de contagiados, que no de fallecidos o singresados en UCI que son los realmente importantes, y por la doble trampa estadística: jugar con cifras absolutas en lugar de con cifra de muertos o ingresados por habitante y según, interesara, comparara esas cifras consigo mismo -la evolución de Madrid a lo largo de las semanas- y no con los demás. Tal y como se hizo, verbigracia, en abril y mayo, al comparar (Pablo Echenique) España con San Marino, Andorra o el Vaticano, en lugar de comparar los muertos por habitante en España con los de Italia, Francia, Alemania, Holanda, Austria, Suecia, etc. Es decir, con países comparables.

En otras palabras, Madrid no es un fracaso en la lucha contra el virus sino un éxito: es la segunda comunidad con menos muertos por habitante.

El auto-engaño: se hacen más PCR, ergo se descubren más contagiados. Lógico. Curiosamente, los estudios sobre inmunidad grupal parecen olvidados

Pero me temo que, en vísperas de la apertura de colegios -que nunca debieron cerrarse-, o sea, a estas alturas de la historia, el pánico se ha generalizado. Aumenta el miedo en España. Miedo a morir, hay que aclarar. Sí, el pánico de los españoles al virus aumenta, y con él, regresa el Estado policial, la España de la delación… y las mentiras estadísticas. Ha llegado el momento en el que sólo la fuerza de la rutina impide la paralización de España.

Y luego está el auto-engaño: se hacen más PCR, ergo se descubren más contagiados. Lógico. Curiosamente, los estudios sobre inmunidad grupal parecen olvidados. Porque, al final, habrá que recordar la verdad de Perogrullo que hubo que recordar en marzo abril y mayo, de que a más PCR más contagiados descubiertos… naturalmente. Curiosamente, los estudios sobre inmunidad grupal han pasado a un segundo plano y existen serias dudas científicas sobre los realizados a esta hora. Y así, hay que recordar que al virus no le vencerá Fernando Simón, Salvador Illa o Pedro Sánchez, tampoco los tratamientos ni las vacunas (habrá que recordar que la ciencia ha fracaso en la lucha contra le Covid-19) sino nuestro propio cuerpo.

No habría tanta presión hospitalaria si no hubiera tanta histeria

La sospecha de que estamos todos contagiados cunde entre el colectivo médico: que lo que esté ocurriendo realmente es que en la mayoría de los casos nuestros organismos estén venciendo al virus y que por ello la ‘virulencia’ del mismo sea ahora menor, sorbe todo su letalidad, es una hipótesis digna de ser tenida en cuenta.

Por otra parte, no habría tanta presión hospitalaria si no hubiera tanta histeria colectiva provocada por el pánico que el poder ha inoculado en la sociedad con el arresto domiciliario de marzo.

Un poco de tranquilidad y un poco de coraje contribuirá a que la demencia colectiva no se dispare. Entre otras cosas porque, ahora mismo, sólo la fuerza de la rutina impide la paralización de España.