Lo dijo Carmen Calvo, tras el Consejo de Ministros del martes 25 de febrero, más bien lo amenazó: una de las primera leyes que el nuevo gobierno dará a luz será la ley educativa, el espectro y esperpento de la ministra Isabel Celaá, una progresista de 72 años, empeñado en dos objetivos: el uno pervertir a la infancia; el otro, amamantar a escolares vagos a los que no conviene exigir demasiado, no vaya a ir en menoscabo de su excelsa dignidad.
Además de salvar a Ciudadanos, el PP se deja colonizar ideológicamente por la derecha pagana de C's
Y lo malo es que la aberrante ley de educación Celaá, todo un canto a la corrupción de menores, llega sin oposición por parte del... principal partido de la oposición. Pablo Casado, un líder poco líder, empieza bien cuando da rienda suelta a los dictados de su conciencia. Así, defendió el pin paternal, pero enseguida se echó atrás, no fueran al llamarle beato, y dejó hacer a sus segundos. Por ejemplo, a ese prodigio de la naturaleza que es Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad madrileña, para quien el PIN parental es un absurdo dado que no existen casos de adoctrinamiento ni protestas al respecto.
Pues sí que existe, y muchos. Ejemplo: Hazteoir ha narrado uno, para ser exactos en el instituto José de Churriguera, de Leganés. Lean los pormenores.
Ya hay directores de colegio que amenazan a los padres con chivarse a los servicios sociales y quitarles la patria potestad si se atreven a oponerse a la perversión de sus hijos... por ideología de género
Y sólo es un ejemplo hay cientos de padres que no quieren que sus hijos reciban charlas para que vuelvan a casa preguntando si son niños o niñas.
Tras leer este mensaje de, ¿seguirá negando Isabel Díaz Ayuso que en los colegios madrileños no se adoctrina a los menores? ¿Permanecerá Pablo Casado perorando de Cataluña mientras en todo el país, no sólo en el Principado catalán se le lava el cerebro a toda una generación?
Y junto a la perversión de la infancia, la nueva ley de Isabel Celaá ahonda en otra constante de la progresía. Premiar al alumno perezoso... para que no sufra su dignidad
Desde luego Carmen Calvo ya ha lanzado su amenaza: acabemos con toda resistencia al lavado de cerebro de una generación y al robo de los hijos a sus padres. La ley Celaá tiene prioridad.