Tal y como publicó Hispanidad, en septiembre de 2019, Miguel Ángel Gimeno (el hermano en la sombra de Dimas Gimeno) a pesar de ser despedido de El Corte Inglés, en el momento en que su hermano fue cesado como Presidente de la mercantil, continuó cobrando cerca de 400.000 euros al año, como asesor externo de la empresa... por no hacer nada.

Es curioso, pues con la batería de demandas y querellas interpuestas por su madre, María Antonia Álvarez, y su hermano, Dimas Gimeno, contra las hermanas Álvarez, Miguel Ángel no tuvo ningún inconveniente en ir contra su propia familia, como asesor de Marta Álvarez.

El hermano mayor de los Gimeno Álvarez, era conocido coloquialmente entre el personal de “El Corte Inglés” como “Torrente”, por sus prácticas poco ortodoxas en la utilización de métodos de espionaje bastante burdos.

Miguel Ángel Gimeno ha vendido información en todas direcciones, a favor de unos y en contra de otros, o al revés.  El 31 de diciembre último, le han rescindido para siempre el contrato de asesor externo, prescindiendo de sus servicios. La empresa está en la actualidad completamente volcada en la supervivencia de su personal, centros comerciales y son momentos lo suficientemente duros como para pagar salarios generosos a cambio de nada.

En concreto, tentáculos para obtener ingresos de donde sea, nunca han tenido limites, no dudando por ejemplo, en haber solicitado una donación a Mega 2 Seguridad, empresa a la que, en aquel momento, Dimas Gimeno tenía querellada, amparándose en que su hermano era el presidente de los Grandes Almacenes y podría peligrar la supervivencia de los contratos que tenía la empresa de seguridad.

La donación no tenía desperdicio y la pedía Gimeno para su “Fundación Blas de Lezo”, constituida y creada por él mismo. Cuando Mega 2 Seguridad cedió en darle parte del importe solicitado, Gimeno no dudó presuntamente en transferir esa cuantía directamente de la cuenta de la Fundación a la suya particular.

Íntimamente relacionado con el tema “Blas de Lezo”, hizo pintar un cuadro del insigne militar al reconocido pintor de batallas, Augusto Ferrer Dalmau. Cuadro que al marchante de arte del pintor costó mucho tiempo cobrar, pero que una vez pagado y financiado por la Fundación y Asociación Blas de Lezo, colgó de las paredes del salón de la casa de Gimeno.

Militante de Falange Española, como su hermano y padre, puso a su difunto tío Isidoro Álvarez en más de un aprieto, pues su poco caballeroso comportamiento con las vendedoras de El Corte Inglés de la calle Princesa, donde era director, provocó, tras múltiples escándalos, que fuera castigado y relegado a un puesto insignificante en el departamento de compras de la empresa, donde permaneció unos años de castigo.

El castigo no fue solamente en vida de Isidoro, pues Miguel Ángel Gimeno no forma parte del testamento de Isidoro Álvarez, quien no le legó absolutamente nada.

Ahora que El Corte Inglés tampoco le quiere, ni tiene acciones como su madre o como su hermano, Miguel Ángel Gimeno tendrá que mantenerse con sus propios medios. Ahora con negocios, no especialmente nítidos, que gestiona con algún imputado en la trama Púnica.