La semana pasada adelantábamos que las deudas acechaban al expresidente de El Corte Inglés (ECI), Dimas Gimeno, y a su madre, María Antonia Álvarez. En junio del próximo año, tienen que afrontar el pago a Hacienda de más de setenta millones de euros, por la herencia de Isidoro Álvarez, hermano de María Antonia y tío de Dimas.
Dimas Gimeno y su madre están desesperados por vender sus acciones de IASA, la empresa familiar que posee las tan preciadas acciones de El Corte Inglés. Para ser exactos el 22,5% del capital.
Lo que nunca se ha contado, es que la intención de Gimeno y su progenitora, siempre ha sido vender las acciones, desde el minuto en que las adquirieron por herencia, pues a ellos nunca les ha importado la empresa. No en vano, Gimeno, vendió su Presidencia por ocho millones de euros, en el peor momento económico de la misma y sin importarle el valor sentimental que tenía (su tío convirtió los grandes almacenes, heredados de Ramón Areces, en referente mercantil de nuestro país) para los empleados que la integran o negar ese mismo legado a sus hijos.
Isidoro Álvarez dejó blindadas las acciones de IASA por 10 años. Dimas Gimeno ofrece a Marta Álvarez la entrada de un fondo israelí en IASA, pero no ha llegado oferta alguna
Las hermanas Álvarez, Marta y Cristina Álvarez Guil, han tomado el timón, a pesar de la guerra que tanto Gimeno como su madre emprendieron en todos los juzgados (mercantil, civil, penal) contra ellas. Guerra judicial y mediática, en la que, por ahora han ganado todas las batallas.
Esa guerra judicial, en la actualidad ha terminado “dando la vuelta a la tortilla”. Casi literalmente, pues los abogados que contrataron Álvarez y Gimeno para interponer las múltiples demandas, se han visto obligados a demandar por impago a M. Antonia y a su hijo. Es decir, tendrán que volver a los mismos juzgados en que se dirimieron sus procedimientos, para ser juzgados por no pagar. Y es que a la familia del difunto presidente de ECI, se le acumulan los problemas.
De ahí ese empeño en vender sus participaciones en IASA, cosa altamente compleja pues el difunto presidente dejó blindada la venta de las mismas por un periodo de diez años. Aún quedan cuatro años para que se liberen las acciones y mientras el resto de accionistas de El Corte Inglés está aguantando el terrible momento económico provocado por la crisis sanitaria Covid-19, sin vender, la familia del ex Presidente quiere salir corriendo.
Tanto es así, que Dimas Gimeno lleva más de tres años presionando a sus primas con la posible compra por parte de un fondo israelí de sus participaciones y las de su madre, algo que no ha pasado de ser un simple farol, pues el fondo en cuestión no ha ofrecido ninguna oferta en firme hasta la fecha.
El tiempo empieza a contar, tic-tac, las sentencias, embargos por impagos y el temido junio-21 con Hacienda acechando, están a la vuelta de la esquina.