La crisis del automóvil persiste en España, el peor de los cuatro grandes mercados europeos: las ventas de turismos y todoterrenos han caído un 39,3% hasta abril respecto a 2019, siendo el peor cuatrimestre desde la crisis económica de 2008. Y ojo, el sector advierte que la recuperación se retrasa y que las fábricas están muy afectadas por la falta de semiconductores.
En total, en España se han vendido 264.655 turismos y todoterrenos en los cuatro primeros meses del año, de los que 78.090 han sido electrificados, híbridos y de gas, según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). Estos últimos han subido un 77,2%, ya representan un 29,5% del total del mercado, y han superado a los diésel (58.859) pero no a los de gasolina (127.706). “Las matriculaciones de vehículos eléctricos de batería e híbridos enchufables ya están registrando, en abril, el impulso del plan de ayudas Moves III, que entró en vigor el pasado día 9 de abril”, ha destacado José López-Tafall, director general de Anfac. “Las hibridaciones, especialmente los enchufables, se están consolidando como una gran herramienta para acercar al ciudadano a la movilidad electrificada, sobre todo teniendo en cuenta la escasez de puntos de recarga y la imposibilidad para muchas familias de mantener dos vehículos, uno para uso urbano y otro para largo recorrido”, ha añadido.
Por marcas, Peugeot lidera con 24.692 turismos vendidos hasta abril. Le sigue Seat, con 23.638; y Volkswagen, con 19.016
Por marcas, Peugeot, con 24.692 unidades, ha liderado el mercado de turismos en los cuatro primeros meses del año. Le sigue Seat, con 23.638; y Volkswagen, con 19.016. Por su parte, las ventas de vehículos comerciales ligeros se han situado en 56.403 hasta abril, un 24,6% menos, y las de industriales y autobuses, en 7.952 (-11,7%).
“La recuperación, que estimábamos más cerca del segundo semestre, se está retrasando y no vemos, de momento, motivos para un cambio de tendencia”, ha señalado Noemi Navas, directora de Comunicación de Anfac. ¿Los motivos? La incertidumbre económica, la ralentización de las vacunaciones y la falta de estímulos para la renovación del parque. Y si no hay incentivos, cree que es conveniente “no penalizar la compra de vehículos nuevos y evitar la incertidumbre de los consumidores, manteniendo estables herramientas tan útiles de cara a reducir la contaminación de las ciudades como son las etiquetas de la DGT” (estas van a cambiar y va a haber alguna nueva a partir de julio).
La Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam) advierte que “el sector de la distribución de vehículos ha perdido más de 8.000 puestos de trabajo en lo que llevamos de año”
Juan Luis Fernández, responsable de Asuntos Públicos de Faconauto (patronal que agrupa a los concesionarios oficiales), ha afirmado que “el automóvil está sufriendo en estos meses lo peor de la crisis” y “hay dos apuntes preocupantes”: lo relegado que se está quedando el canal de particulares, que solo acapara 4 de cada 10 ventas, y el retraso en la llegada de vehículos a los concesionarios porque las fábricas están muy afectadas por la falta de semiconductores para la producción de estos. Por ejemplo, Renault ha anunciado un ERTE para 9.000 empleados; Stellantis ha suspendido una línea del turno de noche (afectando a 300 trabajadores temporales) en Figueruelas, donde también ha parado la producción hasta nuevo aviso y prepara un ERTE para 5.000 trabajadores; y al ERE de Ford en Almusafes para 630 personas, suma un nuevo ERTE que afectará a 1.400 entre mayo y junio, y a 600 en julio.
Y por último, Tania Puche, directora de Comunicación de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam), ha añadido que “el mercado está muy alejado de las cifras prepandemia y las consecuencias económicas están siendo claras”. De hecho, “el sector de la distribución de vehículos, que se caracteriza por ser generador de empleo de calidad, ha perdido más de 8.000 puestos de trabajo en lo que llevamos de año”.