El Estado totalitario comunista de Cuba anunció ayer la próxima legalización de redes privadas de Wi-FI y la importación de routers, lo que significa eliminar una de las restricciones más duras del mundo sobre el uso de internet, informa Contrarréplica.
La medida anunciada por la prensa estatal brinda estatus legal a los miles de cubanos que crearon redes digitales caseras con equipos introducidos de contrabando, lo que era ilegal pero generalmente tolerado por las autoridades en los últimos años. También aparentemente permite a negocios privados proveer internet a los clientes, lo que podría ser el punto de partida para los cibercafés, virtualmente desconocidos en la Isla.
Si bien la nueva regulación permite a la gente conectarse a la red con sus propios equipos y compartir la señal con otros, no afecta al control estatal de internet. El monopolio cubano de las telecomunicaciones Etecsa es el único proveedor en la isla. Las nuevas normas entran en vigor el 29 de julio.
El gobierno asegura que los operadores de redes privadas no podrán cobrar el servicio, pero no está claro cómo se asegurará el cumplimiento de esta norma.
Si bien la nueva regulación permite a la gente conectarse a la red con sus propios equipos y compartir la señal con otros, no se reducirá el control estatal de internet
Hasta 2015, el único internet legal en la nación caribeña era el de los centros de computación del gobierno y los hoteles frecuentados principalmente por turistas. Eso cambió con la activación de decenas de routers del gobierno instalados en parques y esquinas. Los cubanos podían conectarse a los routers mediante tarjetas de internet adquiridas al gobierno a varios dólares por hora. El precio se ha reducido a un dólar la hora.
Para disfrutar de internet en casa, los cubanos introducían de contrabando potentes antenas que captaban la señal de los routers cercanos y la canalizaban a sus dormitorios y salas. Igual necesitaban las tarjetas del gobierno para acceder a la red.
También creaban sus propias redes de miles de computadoras conectadas mediante cables de casa en casa, principalmente para competir en videojuegos.
No se les permitía conectarse a internet, aunque muchos tenían algunos puntos de conexión.
Se toleraba la existencia de esas redes, aunque estaban sujetas a requisas y confiscaciones ocasionales. Ahora todo eso será legal. Los cubanos también podrán importar antenas y routers después de solicitar el permiso online, un proceso que debe tomar 30 días.
Más aún, las redes caseras de casa en casa podrán conectarse legalmente al internet del gobierno, lo que extenderá el acceso a miles de hogares que no lo poseen.
Cuba empezó a ofrecer internet a domicilio a través de las líneas telefónicas, pero el servicio se ha extendido poco más allá de algunos vecindarios.