El déficit eléctrico ha puesto fin a la pequeña tregua que dio a la vicepresidenta cuarta y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, en marzo: ha vuelto a subir en abril, situándose en 1.225 millones de euros, pero ha sido inferior al de hace un año (1.508 millones). Una evolución distinta ha tenido el déficit gasista, que ha bajado respecto a marzo, a 103 millones, pero ha subido frente a los 89 millones de hace un año.
Así se puede ver en los datos de la cuarta liquidación provisional publicada por la CNMC este lunes. Conviene recordar que el gran problema no son los déficits que se dan en las liquidaciones provisionales sino las deudas acumuladas: en el sector eléctrico se la denomina déficit de tarifa y cerró 2019 en 16.602 millones, mientras que la del gasista fue de unos 1.000 millones en 2018 y aún no se sabe cómo cerró el año pasado.
La liquidación provisional publicada por el regulador también ha arrojado descensos en la demanda tanto de electricidad como de gas, debido al parón y descenso de algunas industrias, pese al mayor consumo de los hogares. Eso sí, a finales de abril hubo algunas fábricas que reanudaron su actividad (por ejemplo, muchas del sector automovilístico). En concreto, la demanda eléctrica se situó en 61.834 gigavatios-hora (GWh) frente a los 63.433 GWh de hace un año; mientras la de gas fue de 99,6 teravatios-hora (TWh), un 4,2% inferior a la de hace un año (103,9 TWh).