El año comienza mal en la producción de vehículos en las plantas españolas, con una caída del 1,4% el mes pasado, hasta 240.225 unidades, y también en las exportaciones, que descendieron un 2,73%, que quedaron en 190.279. Se prolonga así el complicado cierre de 2018, por la menor demanda, interior y europea.
En Europa, de hecho, las matriculaciones de turismos retrocedieron un 4,6% en enero de media, un porcentaje que se duplica en el caso español (-8%) y que fue más acusado en los países que son el destino principal de las exportaciones españolas: Italia (-7,5%), Reino Unido (-1,6%), Alemania (-1,4%) y Francia (-1,1%).
Las familias retrasan la decisión de compra por la debilidad económica y la incertidumbre
Debilidad económica e incertidumbre equivale a retrasos en las compras, sobre todo por parte de las familias, y se traslada de igual modo a las plantas de producción.
Sólo se libraron de esa tendencia en enero los vehículos industriales ligeros, que mantiene un crecimiento sostenido (+12,6%, a 3.159), según el comunicado de los fabricantes españoles agrupados en Anfac -que sigue a su preocupación por la prohibición de los motores de combustión-, y los comerciales ligeros, que han elevado producción en un 9,5%. En total, un 2,44% más (53.939), no así en los vehículos industriales pesados, con un retroceso del 98,53% (8 en total).
En el caso de los turismos, la caída es del 2,48% (182.338 unidades ensambladas), del 3,38% en los todoterrenos (3.948 unidades).
Las exportaciones, mientras, se saldan con un revés del 4,89% en los turismos (146.619) y del 1,82% en todoterrenos (3.832). En vehículos comerciales e industriales, sucede lo contrario: suben un 6% (37.575 unidades). Los primeros, un 17,7% más (25.445) y los segundos, sólo un 1% (1.412).