La pandemia de coronavirus está causando un gran desastre en el turismo y no sólo en España. El turoperador alemán TUI ha tenido unas pérdidas de 1.100 millones de euros entre abril y junio (periodo que corresponde a su tercer trimestre fiscal), y despedirá a 8.000 empleados.
La compañía ha visto desplomarse sus ingresos un 98%, hasta los 75 millones, y las reservas para este verano se han hundido un 80%. Actualmente, sólo ha reabierto 55 de sus hoteles, lo que supone sólo un 15%, y la ocupación media es del 23%. Por todo esto y para afrontar mejor la crisis de la Covid, quiere ahorrar 300 millones en los próximos tres años con distintos ajustes ante la crisis del coronavirus: reducirá la flota de TUIfly en Alemania, perdiendo 900 empleos; cerrará 166 agencias en Reino Unido e Irlanda, causando otros 900 despidos; y cerrará o venderá parte de su red de agencias en Francia.
En los nueve primeros meses (octubre 2019-septiembre 2020) de su ejercicio fiscal, las pérdidas netas han sido de 2.316,6 millones, siete veces mayores que las de hace un año. Por su parte, la facturación ha caído un 41,2%, hasta 6.710 millones. Además, ha estimado el impacto negativo de la Convid en el beneficio operativo en 1.900 millones y acaba de recibir una nueva ayuda del Gobierno alemán (otros 1.200 millones en créditos estatales, que se suman a los 1.800 millones que ya recibió).