El famoso Ingreso Mínimo Vital (IMV) aprobado por el Gobierno es un auténtico desastre. Hasta el pasado 7 de agosto, el Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) había registrado 700.000 solicitudes, pero sólo unas 4.000 (en concreto, 3.966), un 0,57% han sido aprobadas. ¡Viva Sánchez! Sin embargo, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, no parece contento y prefiere dar los datos por hogares (56% de solicitudes aceptadas) y ha señalado que para hacer balance del IMV hay que esperar a finales de septiembre.
La medida ‘estrella’ del Gobierno, sobre todo, avalada por el vicepresidente segundo, el podemita Pablo Iglesias, no parece que esté ayudando a los desfavorecidos. El presidente de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales (Adygss), José Manuel Ramírez, ha señalado que la tramitación está siendo un “desastre”, recoge El Economista, y augura “más caos”. Pero no es el único: hasta Pepe Álvarez, secretario general de UGT, ha hablado de “gestión caótica” y ha añadido que “no lo cobra nadie todavía”.
Este jueves, el Departamento que dirige Escrivá presume de que el INSS ha reconocido el IMV a más de 80.000 hogares, el 56% de las más de 143.000 solicitudes analizadas. Eso sí, ha advertido que el 7,5% se han recibido por duplicado y casi el 40% con documentación incompleta. O sea, que la culpa de que las familias no estén recibiendo el IMV la tienen ellas, según el Ministerio, ¡olé! Eso sí que es lavarse las manos. Además, añaden que 36.800 solicitudes se han rechazado porque excedían los límites de rentas.
Y mientras, Sánchez e Iglesias, de vacaciones, naturalmente.