Antoni Gaspar, el socialista que preside la Diputación de Valencia, lucha contra el odio: ¡estamos perdidos! Le considero el prototipo máximo del Sanchismo, el nuevo pensamiento débil que inunda España.
Asegura que es el miedo lo que lleva al odio (esto ya lo dijo Oby-Wan Kenobi, e incluso añadió lo del reverso tenebroso).
Todos los tópicos puestos en fila: mente abierta, mirada larga, superar el odio, acabar con el dogmatismo
El problema, moralista Gaspar, es que el mismo partido, la misma corriente frentepopulista que ha sembrado el miedo con el coronavirus, es el que ha propagado el odio guerracivilista. Es decir, su partido y su coalición con Podemos y su alianza con los separatistas. Es decir, el frentepopulismo que precedió a la guerra civil de 1936. Cuestión de meses, por cierto. Esperemos que ahora no sea así.
Gaspar, en el Congreso de Directivos Españoles (CEDE), se mostró como el prototipo-biotipo del Sanchismo, la corriente dominante ahora en la política española y desplegó todos los tópicos del momento: hay que tener “mente abierta y mirada larga”. Recuerden: tener la mente abierta es como tener la boca abierta, un signo de estupidez. La mente, como las mandíbulas. La boca sólo se abre para cerrarla de inmediato sobre algo consistente. La mirada larga, tópico añadido, creo que se refiere a la miopía creciente de nuestra clase política. Sería mejor que miraran algo más cercano, sobre todo a los que les rodean, que es lo que ven cada día y, por tanto, no miran jamás.
Lo más inmoral que ha existido en España (el Sanchismo) imparte lecciones de moralidad. Sobre todo contra los odiadores: son todos aquellos que no están de acuerdo conmigo
Más tópicos sanchistas: “Desconfiemos de los que tienen todo claro” asegura Gaspar. Pero hombre, si en tiempos en los que nadie sabe a qué atenerse, los únicos que tienen algo que aportar son los que están convencidos de algo o creen en algo.
Según el vademécum de lugares comunes de este presidente, los dos vicios a erradicar son la soberbia y el dogmatismo. Nada que objetar a la erradicación de la primera, pero, ¿qué tiene que ver con el dogmatismo? Con Chesterton, sólo conozco a dos tipos de personas: los dogmáticos que saben que lo son y los dogmáticos que no saben que lo son.
Es el espejo del Sanchismo: lo más inmoral que ha existido en España (el Sanchismo) imparte lecciones de moralidad. Sobre todo contra el odio, siendo que los odiadores -muy mala gente- son todos aquellos que no están de acuerdo conmigo.