Según publica ABC, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 22 de Madrid ha anulado una multa de velocidad a un conductor y ha condenado a la DGT al pago de 400 euros en costas, al no haber quedado acreditado el correcto funcionamiento del soporte del radar, uno de los más activos de la Comunidad de Madrid. La sanción obligaba al pago de 300 euros y la pérdida de 2 puntos.

La sentencia responde a un recurso presentado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA) tras una multa impuesta por el Jefe Provincial de Tráfico de Segovia por una presunta infracción en el radar ubicado en el kilómetro 59,2 de la N-VI. Este punto, precisamente, destaca como uno de los que más recauda a nivel nacional y ya en 2017 fue el que más lo hizo en toda España, con un total de 55.119 denuncias, según los datos de AEA. Así, el juez exonera de culpa al conductor «al no constar el correcto estado del soporte del radar utilizado», por lo que no puede acreditarse que el artefacto funcionase correctamente.

Parece que el director de la DGT, Pere Navarro, sigue con su plan de que «la movilidad del futuro será verde, digital y segura, o no será», pero sus multas... siempre serán.