Tras la reunión ayer entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, se acordó, en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, nuevas medidas para responder ante situaciones de especial riesgo por transmisión no controlada de la Covid-19. Pero no todas las comunidades aprobaron esas actuaciones: Madrid, Andalucía, Cataluña, Galicia y Ceuta las rechazaron. Y Murcia se abstuvo.
La rebelión a las nuevas normas del Ministerio de Sanidad la encabeza la Comunidad de Madrid, que es, además, la más afectada, pues diez de sus ciudades cumplen los criterios para aplicarlas.
Sin embargo, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha asegurado que "cumplirá todas las órdenes" que ha "impuesto" el Ejecutivo de Pedro Sánchez, pero ha especificado que las recurrirá ante la justicia porque “son injustas”. "Este Gobierno no está en rebeldía y cumplirá todas las órdenes, pero iremos a los tribunales”, ha dicho en el pleno de la Asamblea regional.
Una de las opciones que baraja Ayuso, según publica hoy La Razón, es recurrir al Tribunal Supremo.
"Estamos estudiando con el abogado de la Comunidad (de Madrid) y estamos viendo de qué manera hacemos las cosas correctamente. No hay criterios para hacer esas restricciones de movilidad con unos criterios a vuela pluma", ha añadido Ayuso en una entrevista en Esradio. Sobre el Ejecutivo central, ha señalado: “Ha estado desaparecido y ahora tiene muchas prisas en imponer todo por decreto, por imposición”.
La información más interesante la ha aportado RTVE quien ha dado cuenta de los que vecinos confinados en una serie de barrios por Díaz Ayuso ya son libres para pasar a otros barrios no confinados -los de los ricos y pudienres- porque lo que se han mostrado mucho más felices. No es lo mismo que a uno le coarten su libertad que nos la coarten a todos. Si nos fastidiamos todos entonces sí que soy feliz. Es decir, el revival del "mal de muchos, consuelo de tontos". Pero eso sí, tontos iguales en derechos.