En Walt Disney, los buenos resultados de su primer semestre fiscal son el gran aval para continuar con su perversión de la infancia. Y es que el feminismo (a pesar de que los salarios de su plantilla dicen lo contrario) y el panteísmo se verán en sus próximos estrenos: Toy Story 4 (21 de junio) y la adaptación de El Rey León en acción real (19 de julio en EEUU y 26 en España).
En concreto, en Toy Story 4 se podrá ver bastante feminismo y hasta un choque ideológico entre dos de sus protagonistas, según Sexenio. El vaquero Woody se verá en un conflicto entre su estilo de vida y el que lleva Betty, el antiguo amor de su vida, que ya no es una simple y frágil muñeca de porcelana, sino que ha cambiado la falda por los pantalones y ha aprendido a cuidar de sí misma, disfrutando de su libertad e independencia. ¡Todo un guiño a las feministas! Y por cierto, hay un tenedor ¡de plástico!, prepárense ante los ecologistas, convertido en juguete. Mientras en la adaptación del clásico El Rey León en live action (acción real, o sea, en carne y hueso), que llegará a las pantallas para conmemorar el 25 aniversario de la primera, se vuelve a apostar fuerte por el panteísmo: exaltando la naturaleza como si fuera Dios y poniendo a los animales al mismo nivel de los humanos. ¡Todo muy progre, cómo no!
La multinacional sigue fielmente el pensamiento políticamente correcto del NOM: o sea, ideología de género, sobre todo, feminismo y homosexualismo, así como ocultación de Dios
La multinacional que tiene como CEO a Robert (Bob) Iger ha tenido un beneficio neto de 7.346 millones de euros en su primer semestre fiscal, lo que supone un 12% más, y sus ingresos han ascendido a 27.014 millones (+1%). En concreto, en su segundo trimestre, las ganancias se han disparado un 85% a 4.854 millones gracias a la compra de 21st Century Fox y la facturación ha sido de 13.337 millones (+3%).
Estas cifras avalan su estrategia tras la compra de Fox, en las que el posicionamiento ideológico no es baladí: Walt Disney sigue fielmente el pensamiento políticamente correcto que impulsa el Nuevo Orden Mundial (NOM). Por eso, apuesta fuerte por la ideología de género, que se resume en feminismo radical (Frozen) y homosexualismo (su propio desfile del Orgullo LGTBI y rumores sobre lesbianas y colores de la bandera bisexual en Frozen 2). Un progresismo ideológico en el que, por supuesto, se oculta a Dios (en Frozen llegó a prohibirse la palabra Dios en sus letras): gusta mucho más el panteísmo (El Rey León, Pocahontas o Avatar, por ejemplo) y no podemos olvidar que Iger es un estadounidense de origen judío que dirige Disney desde marzo de 2005 y que Qatar (donde la religión oficial es el islam) es accionista desde marzo de 2016… así que parece que ven mejor no entrar en cuestiones religiosas.
Hay mucho progresismo ideológico, es decir, falta de ideas: la mayoría de nuevas películas se resumen en más 'Star Wars', más superhéroes, más 'Avatar', más 'Indiana Jones' y más clásicos en carne y hueso
Eso sí, ni tanto progresismo ideológico ni las grandes operaciones corporativas (ya ha recuperado más de 8.900 millones de la compra de Fox al venderle al conglomerado de telecos estadounidense Sinclair Broadcast Group los canales de deportes de Fox) han solucionado la falta de ideas en Walt Disney. De hecho, los próximos estrenos que llegarán hasta 2027 se resumen, principalmente, en: más Star Wars, más superhéroes de Marvel Studios, más Avatar, más Indiana Jones, más adaptaciones en acción real de clásicos (Mulán en 2020). Claro que también habrá alguna nueva película, como una sobre la villana de 101 Dálmatas, Cruella, y a esto se suma la fuerte apuesta por las plataformas de streaming con Disney+ o Hulu para competir con Netflix, Apple, Amazon, HBO, telecos y compañía.