Disney, la progresista por excelencia, se desmelena, pues va a lanzar su primera película con un protagonista gay, según recoge Aleteia. Se titulará Jungle Cruise (Crucero de la selva) y estará protagonizada por los actores ingleses Jack Whitehall y Emily Blunt, y el norteamericano Dwayne Johnson (más conocido como La Roca).
Recuerden que la multinacional estadounidense ya hizo un guiño al mundo homosexual en la última versión de La Bella y la Bestia, que se estrenó en 2017, aunque fue sólo un momento. En concreto, la escena referida es cuando el personaje Le Fou que es el sirviente de Gastón y fue interpretado por el actor Josh Gad, coqueteó con su amo, al que daba vida Luke Evans.
Este fue un “momento exclusivamente gay”, en palabras del director del filme, Bill Condon, y el primero de forma explícita en la factoría Disney. Una vez abierta esta puerta y teniendo en cuenta que la multinacional estadounidense no deja de insistir en determinados aspectos ideológicos como el panteísmo, la ideología de género, la ocultación de Dios o el pensamiento políticamente correcto, no es de extrañar su apuesta por el homosexualismo. Es más, para la película Frozen 2, que está preparando, se ha llegado a plantear que haya una princesa lesbiana. Todo vale en el ‘negociazo’ del progresismo, incluso hacerse con 21st Century Fox, propiedad del conservador Rupert Murdoch, y más cuando le va tan bien en lo económico que se atreve a retar a Neflix, otra progre.
Volviendo a Jungle Cruise, las críticas no se han hecho esperar, aunque no porque vaya a tener por primera vez a un protagonista homosexual… sino porque el actor que lo interpretará, Jack Whitehall, en la vida real es… ¡heterosexual! Y claro, esto no ha gustado nada a los progres, sobre todo, al lobby LGTBI. Entre sus críticas, señalan que el actor podría ser tremendamente amanerado y muy afeminado, y que darían la bienvenida a si Disney contratara a un actor gay para interpretar ese rol, como recoge El Universal.