The Walt Disney Company ha vuelto a beneficios entre octubre y diciembre (periodo que corresponde a su primer trimestre fiscal), los primeros desde que empezó la pandemia del Covid-19, gracias a que ha disparado su negocio de streaming… Eso sí, los ingresos aún siguen mostrando descensos, en concreto, del 22%, a 13.414 millones, fundamentalmente por los parques temáticos.
El gigante de ocio y entretenimiento ha tenido un beneficio neto atribuido de unos 14 millones de euros en su primer trimestre fiscal, aunque supone un desplome del 99% respecto al que tenía hace un año (unos 1.739 millones al tipo de cambio actual). Por su parte, el beneficio operativo ha pasado de 2.168 millones a 38 millones, hundiéndose un 98%.
Por negocios, su servicio de transmisión directa al consumidor (o sea, el streaming) ha disparado un 73% su beneficio operativo a 2.892,6 millones, gracias a Disney+, Hulu y ESPN+. La mayor alegría ha llegado desde la primera, que ya tiene 94,9 millones de suscriptores, objetivo que se había planteado para 2024, en un sector con una alta competencia que, por ahora, domina Netflix, con 203,7 millones de abonados, aunque no debe perder de vista a los rivales. El negocio de medios y entretenimiento ha reducido su beneficio operativo un 2%, a 1.198 millones; mientras el de parques, experiencias y productos ha pasado de ganar 2.082 millones a perder 98 millones.
La vuelta a los beneficios y el gran éxito del ‘streaming’ podrían despejar las dudas que los inversores mostraron hace un par de meses sobre la agenda LGTBQ, que sigue expandiéndose, al mismo tiempo que la idiocia
La vuelta a los beneficios y el gran éxito del streaming podrían despejar las dudas que los inversores mostraron hace un par de meses sobre la agenda LGTBQ, que sigue expandiéndose y ya llega hasta los superhéroes de Marvel. “Estamos seguros de que, con nuestra sólida cartera de contenido excepcional de alta calidad y el próximo lanzamiento de nuestra nueva oferta de entretenimiento general internacional con la marca Star Wars, estamos bien posicionados para lograr un éxito aún mayor en el futuro", ha asegurado Bob Chapek, director ejecutivo de The Walt Disney Company.
Entre todo ese contenido no faltará la agenda LGTBQ, que ya se ha visto en numerosos ejemplos, siendo un fiel discípulo del pensamiento políticamente correcto que impulsa Nuevo Orden Mundial (NOM), es decir, la "corrupción de los menores", como la define el líder de Vox, Santiago Abascal. Unos contenidos que no son tan inocentes como deberían, sino que más bien se han convertido en adoctrinamiento globalista: apuesta por la ideología de género (feminismo y homosexualismo) y por supuesto, por el ateísmo (mucho panteísmo y nada de Cristo). Por no hablar de cursileria: conviene recordar que anunció 50 estrenos y control de contenido para menores, y que continua avanzando en idiocia: tras señalar a Dumbo, Peter Pan, Los Aristogatos y La Dama y el vagabundo, por racistas, recientemente ha decidido bloquear las tres primeras a los menores de 7 años. ¡Cuánta tontería! Y ojo, con salirse del guion: acaba de despedir a una actriz de The Mandalorian, Gina Carano, por comparar a los republicanos con los judíos en el Holocausto.
Además, Disney mantiene la intención de estrenar Viuda Negra en cines el próximo 7 de mayo, casi un año después de lo previsto en un principio. Y acaba de cerrar Blue Sky, el estudio de animación de 20th Century Fox (creador de sagas como Ice Age o Río, y de filmes como Espías con disfraz o Carlitos y Snoopy: la película de Peanuts). Esto supondrá despedir a la mayoría de sus 450 empleados, aunque algunos podrían ser recolocados en otros estudios de la factoría de Mickey Mouse.
La vuelta a los beneficios y el gran éxito del streaming podría despejar las dudas que los inversores mostraron hace un par de meses sobre la agenda LGTBQ, que sigue expandiéndose