- La persecución a la Iglesia será aceptada socialmente… como el aborto.
- Los obispos españoles hicieron mal en confiar en un partido masón, como es el PP.
- Muchos, hartos de persecución, se irán tras la falsa iglesia y el falso Papa.
- La historia de la humanidad es una entelequia; lo que importa es el porvenir de cada persona, un paso más allá del sepulcro.
- No se prepare para un hecatombe. Mejor, cambie, ahora mismo.
Conviene releer la obra más conocida de Vittorio Messori (
Dicen que ha resucitado), un periodista que vale por 100 teólogos y que resulta mucho menos pelma y menos pedante que cualquiera de ellos.
Cuenta Messori, tras analizar los escritos sobre la Resurrección de Cristo de uno de los más famosos autores de la Escuela Bíblica de Jerusalén, Pierre Benoit, que, para muchos teólogos y biblistas pedantones, "
tan sólo nosotros, simples creyentes, somos tan incautos, para tomarnos los evangelios al pié de la letra, haciéndonos la ilusión de que lo que narran se corresponde con lo que realmente pasó". Y conste que Benoit no es un hereje.
Y esto es bello e instructivo, porque, días atrás, los teólogos profundos del ABC aseguraban que lo que hay que ver en la Semana Santa televisiva es el reportaje del pinchauvas de James Cameron, que aún sigue buscando el cadáver de Cristo y la tumba perdida de Jesús de Nazaret. A Cameron, como el maestro, el glorioso Umberto Eco, recientemente fallecido, sólo tiene una ilusión en su vida: matar a un cura. Alusión que, por cierto, suele incluir un objetivo más ambicioso, perpetuamente fracasado: matar a Dios.
Son
vidas ejemplares, dedicadas a batallar con Cristo, cosa que tiene mucho mérito, porque todas ellas acaban en derrota y con la muerte del retador. Dios no tiene prisa pero siempre acaba resucitando y resucitando a la criatura.
Para demostrar la historicidad de los evangelios, el texto más documentado de la historia -debería ser el orgullo de todo buen racionalista- no viene nada mal la erudición pero lo que más aporta es el sentido común, esa cualidad del buen periodista que huele la veracidad de lo narrado… siempre que haya conseguido liberarse de sus prejuicios. Eso es lo que hace Messori.
Porque cuando uno escucha a esos estudiosos de la resurrección –incluido católicos, insisto- tiene la sensación de que ocultan, con un pretendido racionalismo un fideísmo prosaico, mucho más prosaico que el del carbonero. Me da la impresión de que esos expertos biblistas parecen estar diciendo: "
Fijaros si soy fiel católico que estoy dispuesto a creer incluso lo que mi razón se niega a aceptar". Algo así como aquel beato que deseaba ardientemente que las personas de la Trinidad fueran cuatro para poder creer más. Pero lo cierto es que le tienen miedo al milagro. Al parecer pretenden instituir el milagro 'light'.
Y con pedantería no se puede afrontar lo que viene. Vuelvo a los dictados de Jesús a la madrileña Marga. Santa María,
es sus confidencias a la madrileña Marga, resume de este modo terrible la situación de España y la de la Iglesia entera. Ojo al volante que vienen curvas, que la primera andanada se refiere a los obispos españoles y parece, más que parece, referirse al PP: "
Creen que la lucha contra los valores (sediciosos) se encuentra en la política. Los obispos (españoles)
quieren congratularse con los partidos. Quisieran tener un partido a su favor y ahora, cuando se manifiesta abiertamente masón –como ha sido siempre- ya no pueden contar con su apoyo y su aprobación. Prevén una fuerte persecución".
Y parece que la predicción es acertada por cuanto concluye que e la persecución "
que está para comenzar en España", lo que ya no parece predicción, sino crónica.
Y así, "
quisieran decirle a sus fieles que deben votar a algún partido, y ahora ya no pueden hacerlo. Tienen miedo (los obispos).
Pero nunca debieron apoyarse en un Gobierno masón para que les concediera sus privilegios. Ahora le deben pleitesía… La Iglesia se queda sin partido político que les defienda y será perseguida hasta rabiar". Y lo peor: su persecución será aceptada socialmente". Recuerden a Julián Marías, cuando afirmaba que lo peor del siglo XXI era "
la aceptación social del aborto".
Pero esto sólo es España pequeño país situado al suroeste de Europa. Lo peor, dice Santa María a Marga, aún más que la persecución contra la Iglesia es la división en la Iglesia misma.
Ahora
se refiere al mundo mundial: "
Cuando la Iglesia se encuentre más perseguida, surgirá la falsa Iglesia y el falso Papa, como una salvación. Y muchos se confundirán y se irán tras él y tras ella, cansados y hastiados de sufrir persecución. Sera recibida como una salvación".
No sólo eso: "
se acusará a mi Papa (Francisco)
de haber llevado a la Iglesia a la perdición. Cometerá una imprudencia de la que se arrepentirá muy pronto (luego matizará que ya la ha cometido)
y será utilizada para acusarle y retirarle de la circulación".
Y ahora viene lo bueno, es decir, lo más morboso: "
alegando su falta de coherencia con la doctrina, se constituirá un falso consistorio, un falso cónclave cardenalicio y se elegirá un falso Papa, que ni tan siquiera contará con el consenso de ese falso cónclave".
O sea, que, así, al pronto, en 'lead' periodístico, doble crónica. Primero:
el Papa Francisco está llamado a ser mártir. Ojo, la Señora le defiende y no es mala abogada: "
Él es mi Papa y en él debéis creer los de la verdadera iglesia. Se ha desempeñado con muchísima valentía". y, además, "
yo le alabo por su paciencia y su mansedumbre en esta hora terrible de la historia, para salvar el mayor número de almas posibles".
Y la otra conclusión, segundo titular para una segunda crónica, es, cómo no, la ironía de Cristo (el Dios-Hombre juega con el hombre): serán los tradicionalistas, los conservadores, que diría el mundo, los ultracatólicos que asegura la prensa progre, quienes metan la pata, aunque sean esos progres, ese Nuevo Orden Mundial (NOM), los de la Nueva Era, quienes se aprovecharán de ello.
Señoras y señores: este final sí que no era previsible.
¿Y para qué contar todo esto en este Domingo de Resurrección? No para prepararse para un hecatombe,
pues ninguna preparación resultaría eficaz, sino para convertirse. Porque el futuro de la humanidad cambia cada minuto, pero el futuro de cada persona es algo muy real. De hecho, la historia de la humanidad es una entelequia; lo que importa es el porvenir de cada persona, un paso más allá del sepulcro.
Traducido al román paladino: el mundo puede estallar en mil pedazos sin que a usted, justamente a usted, o al de más allá, le toque la onda expansiva.
Traducción segunda: deje de pensar en el futuro del mundo y piense en su presente individual: acérquese a Dios…. ¡ahora! Si las revelaciones del Sagrado Corazón de Jesús y de María Santísima a Marga, o a cualquier otro fiel. Sirven para salvarse habrán conseguido su objetivo. Si sólo sirve para jugar al vaticinio (distracción ésta de alta consideración en los círculos intelectuales y periodísticos)… entonces debió usted pasar la Semana Santa en Benidorm.
Mejor
confíe en su Padre Dios y deje de darle vueltas a la cabeza. ¿Acaso ha olvidado que el futuro es un niño en las rodillas de los dioses? Usted es dueño de su presente: no lo desaproveche.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com