- La entidad facilitará una línea de liquidez de 30 millones con un plazo: cinco meses.
- Pero, ojo, exige al presidente de Duro que avale él mismo ese préstamo con garantías personales.
- Es el plazo y dinero para que la ingeniería sea viable, aunque Del Valle no ha respondido todavía.
- Por cierto, importante: la también asturiana TSK es la opción favorita de la banca como socio industrial.
El
Santander propone una fórmula de oxígeno en la delicada situación que atraviesa la ingeniería asturiana
Duro Felguera pero no a cualquier precio, sino a uno muy concreto, y con una condición añadida para su presidente,
Ángel Antonio de Valle (
en la imagen). Muy resumido: le ofrece una línea de
liquidez de 30 millones de euros para los próximos cinco meses, pero ese crédito lo tendrá que avalar él mismo con
garantías personales. Del Valle no ha respondido todavía.
La propuesta está dentro de la lógica del
sinvivir en el que se encuentra Duro Felguera, si tenemos en cuentas dos factores. El primero, que el banco de
Ana Botín es el más expuesto en la
reestructuración de la deuda de la asturiana (un 54% del riesgo financiero); por eso
no le queda otra. Y al mismo tiempo, es consciente del funcionamiento a medio gas de la empresa (actividad y nuevos proyectos), precisamente por la falta de músculo financiero. Con problemas además hasta para pagar las nóminas (a partir de noviembre).
Y a ese extremo se une otro: el
déficit de gestión del propio Del Valle. De ahí la propuesta lanzada, que compromete directamente el patrimonio del presidente (y de algún otro consejero, si se quiere sumar). El Santander, por tanto, no se anda con paños calientes.
Plazo y dinero para empezar a hablar, sin olvidar el proceso negociación en curso sobre vencimiento de deuda y garantías comerciales, una vez que Santander,
Caixabank y
Sabadell firmaron ya
la prórroga por tres meses (
standstill). Posteriormente se han adherido
Bankia y
BBVA, y según lo previsto, lo harán antes de finales de mes
Liberbank y
Banco Cooperativo Español.
La nueva iniciativa corre a cargo de Santander por lo que ya les hemos explicado: se juega 1.069 millones entre
créditos y avales y más de la mitad de la
deuda neta (164,9 millones). Le siguen Sabadell (61,72 millones), Caixabank (33,4), Bankia (25,9), BBVA (23,38) y Liberbank (25).
La segunda parte de esta historia sigue también donde estaba: la necesidad de un
socio industrial, pero en este punto también hay una novedad: el favorito para la banca acreedora es la ingeniería, también asturiana,
TSK.
En la lista hay más opciones, como la de
Acciona, que no presentará una propuesta hasta enero,
Elecnor, o el fondo británico
Bybrook (el único que la ha formulado), pero la favorita es TSK.
Hay varias razones para esa preferencia: tanto TSK como Duro trabajan en líneas de negocio parecidas, a lo que se ha sumado, en la última etapa, que TSK se haya aprovechado de la debilidad de Duro para quitarle proyectos.
TSK, además, se ha convertido en una ingeniería puntera, gracias al impulso de su principal accionista,
Sabino García Vallina, la segunda fortuna de Asturias tras los
Masaveu.
Rafael Esparza