Duro Felguera ha subido un 8,2% en bolsa este jueves, día en que el Consejo Gestor del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha aprobado el rescate solicitado de 120 millones de euros. Y es que conviene recordar que su cotización ya se disparó un 18,84% el pasado martes, cuando se daba por hecho esa aprobación, aunque sólo es el primer paso: todo depende de lo que al final decida el Consejo de Ministros… y si todo va bien, la SEPI entrará en el capital de la compañía y cambiará el Consejo de Administración.
Ahora los documentos sobre el ‘Acuerdo de Apoyo Financiero Público Temporal’ y el ‘Acuerdo de Gestión con la Compañía’ se someterán a la aprobación de las sociedades que forman el grupo Duro Felguera y una vez reciban el visto bueno, se elevarán al Consejo de Ministros para su autorización. Algo que previsiblemente podría ocurrir el próximo martes y que sería el segundo aprobado tras el otorgado a Air Europa (475 millones), aunque las peticiones pendientes de respuesta son numerosas. La SEPI se haría con alrededor del 40% del capital de Duro Felguera, mientras el Principado de Asturias entraría de una forma simbólica aportando unos 8 millones, según Cinco Días, y permanecería “de forma temporal” en el accionariado, como afirmó recientemente la portavoz del Ejecutivo asturiano, Melania Álvarez. Además, también habría que encontrar un inversor… y aún hay cuatro ofertas encima de la mesa: Blas Herrero, Ultramar Energy, Capital Energy y TSK.
Por su parte, la plantilla de la ingeniería asturiana, que se ha reducido en 373 personas el año pasado, hasta 1.173 personas, y CCOO han exigido la salida del CEO, José María Orihuela, según Economía Digital. Y es que “en el futuro de Duro Felguera no cabe el actual equipo tras el desastroso resultado de estos años”, ha señalado Damián Manzano, secretario general de la Federación de Industria de CCOO al mismo medio. Además, considera que Orihuela “por su propia supervivencia” y ante el temor a perder su sillón ha retrasado la entrada de la SEPI y de otros inversores. No hay que olvidar que hace unos meses el CEO llegó a perder la confianza de la banca acreedora.