Ebro Foods ha seguido engordando su beneficio neto (+10,6%) y reduciendo la deuda en el primer trimestre, pero las ventas han bajado un 8,7%. Esta puede ser la razón de que la cotización haya reaccionado a la baja a las cifras.
El líder mundial en arroz y segundo fabricante de pasta ya no registra los picos de demanda de hace un año cuando irrumpió el Covid-19, aunque “tras pasar los momentos más difíciles de pandemia, comienza a verse nuevamente el interés del consumidor por nuevos productos de mayor valor añadido”. En concreto, el beneficio neto ha sido de 57,844 millones, lo que es un 19,6% superior al del primer trimestre de 2019.
El Ebitda ha sido de 94,079 millones (-2%), de los que arroz ha aportado 60,285 millones (-3,7%) y pasta, 37,831 millones (+4,4%), y el margen Ebitda ha crecido 90 puntos, hasta 13,5%. Por su parte, las ventas han bajado un 8,7%, hasta 697,229 millones, de los que 238,32 millones (-12,5%) han correspondido al arroz y 277,199 millones (-4,5%) a la pasta, y la venta del negocio de pasta seca canadiense ha aportado 107 millones.
La deuda neta de Ebro Foods se ha situado en 894,986 millones, 56 millones (-5,9%) inferior a la del cierre de 2020. Asimismo, el grupo que preside Antonio Hernández Callejas ha destacado que la desinversión en el negocio de pasta seca canadiense ha despertado el interés de distintos actores en el negocio de pasta seca de Panzani. Además, en el primer trimestre, ha realizado las principales compras de materia prima para cubrir el riesgo de inflación hasta las nuevas cosechas.