Cumbre del G20 en Riad. Los ministros de finanzas y los banqueros centrales del Grupo de los 20 se reúnen este sábado y mañana domingo en la capital saudí. Una cumbre en la que no solo se hablará del coronavirus sino del uso de monedas digitales y, sobre todo, de los impuestos a las grandes empresas de tecnología, ante el representante de Estados Unidos, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin que ya amenazo en la pasada Cumbre de Davos con nuevos aranceles a Europa si seguía adelante con la tasa Google.

Precisamente y previo al encuentro de Arabia Saudí, los responsables económicos de los cuatro países con más peso en la Unión Europea, tras la salida del Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y España defienden, en un artículo publicado en El País, la necesidad de "Crear un nuevo sistema fiscal internacional adaptado al siglo XXI y acabar con el dumping fiscal de los gigantes tecnológicos"

El cuarteto formado por Nadia Calviño, vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital de España; Roberto Gualtieri, ministro de Economía y Finanzas de Italia; Bruno Le Maire, ministro de Economía y Finanzas de Francia y Olaf Scholz, ministro de Finanzas y vicecanciller de Alemania, señala que el sistema actual distorsiona la competencia.

En Irlanda, que sirve de sede europea para empresas como Apple, Facebook y Google, el impuesto de sociedades es exactamente la mitad que en España 

“Algunas de las grandes empresas mundiales siguen trasladando beneficios obtenidos en un país a otros con impuestos más bajos. Nuestros ciudadanos consideran acertadamente que esta planificación fiscal agresiva es inaceptable. Socava el principio de que una fiscalidad justa es una de las piedras angulares de nuestras democracias. Un impuesto global mínimo de sociedades es una solución efectiva contra las estrategias de planificación fiscal agresivas de algunas grandes multinacionales”.

"Debemos actuar ahora…..Están en juego miles de millones de euros en ingresos tributarios… Más importante aún, está en juego la legitimidad de nuestros Gobiernos y nuestros valores democráticos. Debemos actuar decididamente, debemos actuar rápido, y debemos actuar juntos”.

Y en este punto diría Steven Mnuchin o, el mismísimo Trump: ”Señores del UE…¿no les parece que primero tendrían que arreglar lo suyo, poner orden en su casa?

Es decir que el dumping fiscal convive con el marco regulatorio europeo sin que nadie, hasta el momento, se haya rasgado las vestiduras en exceso. En el caso de Irlanda, donde el impuesto de sociedades es exactamente la mitad que en España (un 12,5% frente a un 25%), que sirve de sede europea para empresas como Apple, Facebook Google. En Bruselas se ha señalado a Irlanda por trato favorable a Apple, que ha reagrupado en ese país sus ingresos en Europa, África, Oriente Medio e incluso India. La Comisión Europea reclama a la empresa californiana 13.000 millones de euros.

Por cierto que, Google, anunciaba en enero pasado que dejará de utilizar el denominado 'Doble irlandés-Sandwich holandés', una técnica fiscal que permite tributar la mayor parte de los impuestos a un tipo impositivo ultra reducido en paraísos fiscales.

Paraísos fiscales con los que colabora Holanda. Es cierto que, tal y como señalan los expertos, comparar los tipos fiscales entre diferentes países no sirve para nada. Lo que se tiene que analizar son las condiciones especiales que puedan existir. Tipos especiales de sociedades, convenios con territorios considerados paraísos fiscales, etc.

El impuesto a las rentas de las sociedades en Holanda es de un 34,5 %. Pero tiene una enorme red de exenciones, convenios de doble imposición, normas especiales para los holding y formas jurídicas para facilitar el establecimiento de empresas extranjeras

Estamos ante el antes mencionado el “sándwich holandés”. Un sándwich muy apetecido por las grandes empresas. Una empresa se instala en Holanda, realiza operaciones con uno de los paraísos fiscales 'asociados', de manera tal que los beneficios se generen en el paraíso fiscal.

El secretario del Tesoro norteamericano, Steven Mnuchin, que ya amenazo en la pasada Cumbre de Davos con nuevos aranceles a Europa si seguía adelante con la tasa Google.

Pero, el verdadero paraísos fiscal es el de Luxemburgo sobre todo el de las grandes multinacionales como  Amazon. Un estudio del Fondo Monetario Internacional y la Universidad de Copenhague, denuncia el hecho de que Luxemburgo, un país de 600.000 habitantes, absorba tanta Inversión Financiera Directa. El informe hable de 4 billones de dólares en FDI (a 6,6 millones por habitante), similar a la de Estados Unidos, debido al modelo tributario luxemburgués utilizado por las grandes compañías para eludir, cuando no evadir, el pago de impuestos

En este sentido, el tipo del impuesto de sociedades en EEUU era hasta el 31 de diciembre pasado uno de los más elevados del mundo, el 35%. No obstante, lo que en realidad tributan las empresas por sus beneficios, una vez aplicadas deducciones ventajas fiscales, es el 22% de media, según un análisis realizado por el Tesoro del país. Desde enero de 2018, el gravamen ha bajado del 35% al 21%. 

Pero, de vuelta al G20 que se está celebrando y arropados por esta cumbre, los cuatro firmantes del artículo, especialmente España y Francia, intentan retar a Estados Unidos esgrimiendo la bandera de la tasa conocida como Gafa por sus siglas de Google, Amazon, Facebook y Apple

Una tasa sobre la que Francia, sin embargo, daba temporalmente marcha atrás en su aplicación para evitar una escalada comercial con Estados Unidos. París ha propuesto congelar hasta diciembre el pago de su tasa correspondiente a 2020. La noticia fue aplaudida por el secretario del Tesoro Mnuchin, quien aprovechó para advertir a Reino Unido e Italia de que si deciden imponer una tasa digital, también se enfrentarán a los aranceles de la Administración Trump.

Los cuatro países con más peso en la Unión Europea, defienden un impuesto global mínimo de sociedades como solución efectiva contra las "estrategias de planificación fiscal agresivas" de algunas grandes multinacionales.

La Casa Blanca ha venido amenazando con imponer aranceles de hasta el 100% a la importación de productos franceses por valor de 2.160 millones de euros en represalia a esta tasa, por considerar que perjudica a las empresas estadounidenses

Igual que se ha arrugado Francia, se ha arrugado España, tras la aprobación de la tasa Google en el Consejo de Ministros el martes pasado. Las presiones de Estados Unidos y las dudas de Calviño,  de Hacienda y también de Asuntos Exteriores llevaban al Ejecutivo a descafeinar su propuesta. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, anunciaba que la recaudación del nuevo gravamen no se realizará hasta diciembre. Es decir, hasta que arreglemos lo de Trump y su cruzada contra la aceituna negra española.