Energías de Portugal (EDP) quiere llevarse la medalla ecológica, tras ganar 801 millones de euros en 2020, un 56% más que el año anterior. Y es que este jueves ha dado a conocer su actualización estratégica para el periodo 2021-2025, con la que quiere alcanzar la meta de ser neutra en carbono en 2030, diez años antes de lo que se ha fijado Enagás y veinte años del objetivo que antes tenía y que es el que se han marcado la mayoría de las empresas .
La energética lusa que tiene como principal accionista a China Three Gorges (CTG), una eléctrica estatal china y la mayor hidroeléctrica del mundo que es dueña del 19,03% de su capital, invertirá 24.000 millones de euros en transición energética hasta 2025, de los que el 80% se destinarán a renovables (no hay que olvidar que su joya de la corona es la filial 'verde' EDPR), el 15% a redes y el 5% en soluciones para clientes y gestión de la energía. Abandonará la producción de carbón en 2025 y quiere duplicar la capacidad instalada en el próximo lustro, pasando de 12 gigavatios (GW) a 25 GW. En concreto, la inversión en renovables, que sobre todo, se centrará en Europa y América del Norte, tratará de mejorar la cartera de tecnologías: eólica y solar, en las que espera duplicar la capacidad para 2025; hidrógeno y almacenamiento.
EDP está estudiando un proyecto de eólica marina flotante en las costas de Asturias, estudia otro proyecto en Canarias y busca alternativas para la carbonera de Aboño 2
"Este plan es un compromiso sólido y ambicioso y una aceleración sin precedentes del crecimiento de las energías renovables, basado en nuestra sólida trayectoria", ha señalado Miguel Stilwell, presidente y CEO de la energética lusa y también de la filial 'verde', EDPR. "Para EDP, no se trata sólo de suministrar energía a las comunidades, sino de capacitarlas para que vivan de forma más sostenible", ha añadido. Y con esta estrategia espera alcanzar un Ebitda de 4.700 millones en 2025, frente al de 3.657 millones que ha presentado en 2020.
De los 24.000 millones de inversiones a España se destinarán 2.000 millones. De estos, 700 millones irán al negocio de redes, la mayor parte a crecer en renovables y "una pequeña parte para el área de Clientes y Gestión de Energía", ha explicado Rui Teixeira, director financiero de EDP y de EDPR, y consejero delegado de EDP España. Tras comprar a Macquarie los activos de Viesgo, ha creado una alianza con el fondo australiano de la que tendrá el 75,1%, que gestionará los activos de distribución eléctrica de las distribuidoras Viesgo, Begasa y E-Redes, manteniendo la marca Viesgo. Asimismo, EDP está estudiando un proyecto de eólica marina flotante en las costas de Asturias que podría llegar a tener 50 megavatios (MW), el doble que el parque eólico marino flotante WindFloat Atlantic (situado en aguas portuguesas), y estudia otro proyecto en aguas de Canarias. Además, ya busca alternativas para la central de Aboño 2.
EDP ha vendido su 50% en CHC Energía, la sexta comercializadora del país, a CIDE Servicios Comerciales, y se ha adjudicado la mayoría del suministro de Adif
Y ojo, porque Stilwell no se siente incómodo con los planes de crecimiento en renovables de CTG, que en el último año ha adquirido unos 1.000 MW, aprovechando que la burbuja especulativa no deja de crecer. "El punto principal es que no haya competencia con EDP, cooperación pero no competencia", ha señalado. "Es posible que quieran hacer más, pero siempre dentro de este marco", ha apostillado.
Por cierto, dentro del accionariado de la energética lusa no sólo están los chinos, también BlackRock (5,06%), el fondo soberano noruego Norges Bank (2,95%), la empresa estatal argelina de hidrocarburos Sonatrach (2,19%) y la Autoridad de Invesiones de Qatar (2,09%), entre otros.
Y por último, EDP sigue haciendo desinversiones en España. CIDE Servicios Comerciales, la patronal de las pequeñas distribuidoras eléctricas, se ha hecho con el 100% de CHC Energía, la sexta comercializadora del país. Hasta anhora, CHC Energía era propiedad al 50% de CIDE y de la energética lusa. Claro que al mismo tiempo, esta última se hace con nuevos contratos: se ha adjudicado la mayoría del suministro de Adif Alta Velocidad por un máximo de 489 millones durante 24 meses.