EDP Renovables (EDPR) es la joya de la corona de la energética lusa EDP, como bien saben, pero ahora se ha hecho valer, pese al riesgo de troceo. Y es que ha tenido un beneficio neto de 342 millones de euros en los nueve primeros meses, lo que supone casi el triple (+147%) que hace un año.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) fue de 1.218 millones (+40%) y los ingresos aumentaron un 10%, hasta los 1.364 millones. Mientras la deuda neta cerró en 3.058 millones. “2019 está siendo un año récord para EDPR en términos de nuevas inversiones: la firma ha asegurado ya un 70% de los 7 GW de capacidad instalada estipulados en su Plan de Negocio 2019-2022”, según la compañía.
Paralelamente, conviene destacar que meses después del fracaso de la OPA de los chinos de Tres Gargantas (China Three Gorges -CTG-) sobre EDP, de la que controlan el 23,27%, la francesa Engie ya no es un enemigo, sino un aliado de CTG. Basta recordar su acuerdo global sobre energía eólica marina. Y esto podría suponer un buen prólogo en el caso de que EDP -o sea, los chinos- decidan trocear su joya de la corona (EDPR): a Engie podría interesarle parte de esta filial de renovables, pero también a otras compañías (quizás a Repsol, que adquirió los negocios no regulados de generación de electricidad de bajas emisiones de Viesgo y su comercializadora de electricidad y gas, o quizás a Endesa, que está interesada en activos de EDP y de Viesgo).