El pasado lunes, Rui Teixeira, director financiero de EDP y de su filial de renovables (EDPR) y consejero delegado de EDP España, compareció en la Comisión de Transición Ecológica en el Senado para hablar de la estrategia para liderar este movimiento tras haber adelantado su objetivo de ser neutra en carbono en 2030. Sin embargo, también hubo espacio para otros temas y pidió eliminar el impuesto del 7% a la generación eléctrica… justo unos días después de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) avalara dicho tributo dando una alegría a España.
La energética lusa tiene como principal accionista a China Three Gorges (CTG), una eléctrica estatal china y la mayor hidroeléctrica del mundo que es dueña del 19,03% de su capital, pero quiere contribuir de forma destacada a los objetivos ‘verdes’ que se han marcado Europa y España. Teixeira ha señalado que las dos prioridades para nuestro país pasan porque el Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE) reparta el esfuerzo de la descarbonización entre todas las tecnologías, pues se trata de un objetivo nacional, y por eliminar el impuesto del 7% a la generación eléctrica. Dicho Fondo es un proyecto de nueva financiación de renovables, cogeneración y residuos, pero las grandes perjudicadas serán las petroleras… y los consumidores (excepto el eléctrico, dada la rebaja de la factura que habrá). Respecto al impuesto del 7% a la generación eléctrica, conviene destacar que lo aprobó el Gobierno Rajoy en 2012, con el entonces ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, y recientemente el TJUE ha señalado que es un tributo compatible con la directiva europea sobre impuestos especiales y que apoyar la energía verde no implica que no se pueda gravar a las empresas que la producen. Un fallo que ha librado a nuestro país de una avalancha de reclamaciones por parte de empresas e incluso de consumidores, que habría aumentado aún más la elevada factura de las renovables.
El TJUE señaló que el impuesto del 7% a la generación eléctrica es compatible con la directiva europea sobre impuestos especiales y que apoyar la energía verde no implica que no se pueda gravar a las empresas que la producen
Al tiempo que estas dos prioridades, la estrategia de EDP en nuestro país pasa por crecer en energías renovables, redes, gestión de la energía y soluciones para clientes. Como recoge su actualización estratégica 2021-2025, invertirá 24.000 millones de euros y en su presentación, Teixeira ya avanzó que de estos, se destinarán 2.000 millones a España. Ahora, ante el Senado ha ido algo más allá y ha destacado que esperan movilizar más de 7.000 millones con proyectos vinculados a los fondos europeos de recuperación.
Crecer en renovables es clave para EDP y para ello, harán repotenciaciones e hibridaciones en sus parques eólicos con energía fotovoltaica y baterías, proyectos de eólica marina flotante (estudia uno en Asturias) e instalaciones minihidráulicas. Tras duplicar sus redes con la compra de Viesgo, prevé invertir 700 millones en su modernización y digitalización. También trabaja en el almacenamiento con iniciativas vinculadas al bombeo hidráulico, baterías y otras tecnologías innovadoras; el desarrollo de la infraestructura de recarga para coches eléctricos; el autoconsumo, la eficiencia energética y el hidrógeno verde, proyectos que también le ayudan en la descarbonización industrial.