EDP Renováveis (EDPR), la joya de la corona de EDP, ha perdido brillo, pues ha ganado 318,8 millones de euros en los nueve primeros meses, lo que supone un 7% menos que hace un año, al tiempo que, ojo, ha elevado su deuda neta en 429 millones. Una diferencia que se ha agrandado respecto a la mostrada en el primer semestre, pasando de 31 millones a 110 millones, o sea, que el pinchazo se agranda.
La compañía de renovables que tiene como CEO a Rui Teixeira y su sede en Oviedo (Asturias) ha cerrado los nueve primeros meses con una apalancamiento de 3.232 millones (+15%) debido al efectivo generado por los activos, las inversiones y los efectos de conversión de moneda. Por su parte, el Ebitda ha sido de 1.073,6 millones (-12%) y los ingresos se han situado en 1.259,3 millones (-8%).
EDPR continúa con su plan de desinversiones, destacando su participación en el parque eólico Babilonia (Brasil), de 137 MW y el desmantelamiento de 18 MW en España para su repotenciación. Es precisamente en nuestro país donde tiene más capacidad instalada (1.974 MW) y ha cerrado la compra de una cartera de 500 MW de activos eólicos en manos de Viesgo, por lo que tendrá una cartera de 6.500 MW en proyectos garantizados. Hasta septiembre, EDPR incorporó en total 875 MW y cerró el tercer trimestre con 2.200 MW de nueva capacidad en construcción (1.693 MW en parque eólicos terrestres, 200 MW en centrales solares fotovoltaicas y 269 MW en participaciones en proyectos de eólica marina. Ya ha completado el 86% de su objetivo de sumar 7.000 MW de capacidad entre 2019 y 2022, y ha creado una joint venture de eólica marina (Ocean Winds).