Este lunes era la fecha prevista para la entrada en vigor de la prohibición de EEUU para hacer negocios con Huawei y otras 100 filiales de la firma, pero finalmente se ha retrasado. “Son otros 90 días para las compañías tecnológicas estadounidenses”, ha asegurado este lunes el secretario de Comercio norteamericano, Wilbur Ross.
No es una medida pensada para favorecer al gigante chino, como pueden imaginar, sino para dar más tiempo a las empresas de EEUU para que rompan su vinculación y su dependencia de la compañía asiática. “Algunas de las compañías rurales son dependientes de Huawei, así que les damos un poco más de tiempo para que se desvinculen. Pero no se está otorgando ningún tipo de licencia para nada”, ha aclarado Ross.
Lo cierto es que la paz entre EEUU y Huawei está cada vez más lejos. El domingo, es decir, apenas 24 horas antes de las palabras de Ross, el presidente Donald Trump insistió en el veto a la multinacional china. “En este momento parece mucho más (probable) que no vayamos a hacer negocios. No quiero hacer negocios en absoluto (con Huawei), porque es una amenaza a la seguridad nacional”, sentenció.