El Parlamento egipcio aprobó el miércoles varias enmiendas a la Constitución que permitirán al presidente Abdul Fatah al Sisi mantenerse en el poder hasta el 2030. También refuerzan su control de la justicia y otorga nuevos poderes al ejército para juzgar a civiles, recoge La Vanguardia.
Al Sisi accedió al poder en el 2014 a raíz de un golpe militar contra el presidente Mohamed Morsi, un islamista elegido en las elecciones democráticas que siguieron a la revolución del 2011. El poblema es que Morsi, perteneciente a los Hermanos Musulmanes, pretendía implantar la ley islámica en el pais.
Desde entonces, el general Al Sisi, que era ministro de Defensa en el gobierno de Morsi, ha reforzado su autoritarismo. El año pasado, por ejemplo, fue reelegido para un segundo mandato en unas elecciones sin rivales de entidad. Los que no renunciaron a participar fueron detenidos.
El Parlamento alargó ayer este segundo mandato de cuatro a seis años y le permitirá presentarse una vez más en el 2024
Esta reforma constitucional será sometida a referéndum, una consulta que tampoco nadie duda que será favorable a Al Sisi. El Cairo y otras ciudades llevan semanas empapeladas con carteles a favor del sí. El referéndum se realizará en mayo, antes de que arranque el mes del Ramadán.
Los partidarios de Al Sisi, que dominan el Parlamento, consideran que no hay nadie como él para gestionar la profunda reforma económica que necesita el país, estancado desde la primavera árabe del 2011. Cada pocos días, la prensa oficial muestra al presidente en un acto público, reforzando el relato de su implicación total en las reformas. Esta imagen de dinamismo marca un acusado contraste con la de su predecesor, Mohamed Morsi, al que la mayoría de egipcios veía como un títere de los Hermanos Musulmanes, así como con el absentismo de Hosni Mubarak, derrocado en el 2011.
Al Sisi tendrá a partir de ahora la última palabra en la elección de jueces y del fiscal general. El ejército, asimismo, tendrá más poder como “guardián y protector” del país. La justicia militar amplía sus competencias para poder procesar a civiles. Amnistía Internacional denuncia que más de 15.000 han sido juzgados por los militares en los últimos años. Entre ellos hay muchos menores de edad. También denuncia que el régimen de Al Sisi es mucho más intolerante con la oposición que el de Mubarak.