• Encima, barones del PSOE rechazan la abstención en la investidura de Rajoy y otros abogan por facilitar un Gobierno.
  • Hasta la celebración del Comité Federal del próximo día 9 de julio, la herida puede sangrar…
Los resultados electorales del 26-J han afectado internamente al PSOE. Y hasta la celebración del Comité Federal del próximo día 9 de julio, la herida puede sangrar… Según recoge El Economista, barones regionales y el amplio e influyente colectivo felipista responsabilizan a Pedro Sánchez y su Ejecutiva de dilapidar centenares de miles de votos (unos 120.000) por sus coqueteos con Podemos, y van a exigir un "giro al centro" el día 9 en el Congreso Federal, en el que son muchos los que apuestan por un cambio de personas, de mensaje y de estrategia. Esas discrepancias graves se extienden también a la posición del partido en las negociaciones para formar Gobierno. Frente a la negativa rotunda a apoyar o abstenerse para facilitar la investidura de Rajoy que pronunció la Ejecutiva el lunes, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, advertía ayer que "si algunos de los que están en Madrid no se han enterado todavía lo que sentimos los españoles de la periferia, es que la gente está un poquito harta y que lo entiendan bien, y si no, habrá que hacérselo entender todos los días, diciéndoles que no se trata de quién gana o quién pierde, sino sencillamente de que España tenga un Gobierno después de siete meses sin tenerlo". Como también era muy clara la presidenta andaluza, Susana Díaz, quien tras asegurar que el PSOE "debe estar en la oposición", explicaba que el partido tiene que "reconstruirse" para concluir que a los socialistas les ha hecho daño "solo la mera hipótesis de que pudiésemos acceder al Gobierno de España en un pacto con Podemos". También ayer miércoles el exministro Javier Solana apostaba porque el PSOE debe "posibilitar que haya un Gobierno que pueda gobernar lo antes posible". Declaraciones en línea con lo apuntado por otros exministros, como Corcuera o Rubalcaba e, incluso, Jordi Sevilla quien pedía a Rajoy que "se curre" los apoyos en el centro derecha "y luego ya se verá". Sin embargo, erre que erre, otros barones socialistas coincidieron ayer en rechazar la posibilidad de que el partido se abstenga en la votación para facilitar la investidura de Mariano Rajoy. El presidente valenciano, Ximo Puig, dijo que Rajoy "tiene una buena situación porque hay muchos escaños de derecha". "Pues que sume, intentar situar el foco en nosotros es distorsionar la realidad", añadió. Asimismo, el presidente aragonés, Javier Lambán, dijo claro que nunca verá razonable que su partido, por la vía de la abstención o por la del voto activo, apoye una investidura de Rajoy. En su opinión, el presidente en funciones debe "ponerse a trabajar" y dejar "su indolencia absolutamente culpable". Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, reconoció que sería "un fracaso institucional" tener que ir a unas terceras elecciones, si bien avisó que el PSOE "no está dispuesto a hacer cualquier cosa" para que no se dé ese escenario. Andrés Velázquez andres@hispanidad.com