El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), el español, Luis de Guindos, ha lanzado una campaña pro-fusiones bancarias. Naturalmente no lo ha dicho así, sino que ha hablado de una nueva vuelta de tuerca del regulador europeo para aumentar los recursos propios.
Eso justo cuando las entidades y el propio Banco de España (BdE) han alertado sobre un ‘consenso’ venido de la crisis: usted puede aumentar el capital todo lo que quiera y así conseguirá bancos solventes pero no rentables.
El BCE sabe que no son posibles las fusiones internacionales así que sólo quiere bancos más grandes en matrimonios intranacionales
Al tiempo, el ministro alemán de Finanzas, el socialista Olaf Scholz, aseguraba que Alemania estaba dispuesta a poner dinero -sí, los alemanes, a veces, ponen dinero- para crear un Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) paneuropeo. De aquella manera, porque el alemán habla de un FGD mutualizado subsidiario: serán los países los que afronten la deuda bancaria con su dinero.
En cualquier caso, por distintas razones, español y alemán coinciden en un mismo propósito: sólo podrán sobrevivir los bancos grandes. A fusionarse tocan.
La fusión favorita de Guindos sigue siendo Bankia-BBVA
Y como las fusiones internacionales son imposibles (demasiadas legislaciones distintas) hay que acudir a las fusiones intranacionales.
No se engañen; Luis de Guindos sigue pensando en una fusión BBVA-Bankia.
El baile empezará el 11 de noviembre, el día después.