El Banco de España (BdE) vuelve a rebajar la previsión de crecimiento del PIB este año, hasta el 2,5%. Es una décima menos, pero la segunda en el año, tras la rebaja de otra décima en septiembre. Del 2,7% en marzo a la revisión ahora al 2,5%, que coincide con el cambio de Gobierno, cuya previsión del 2,6% contradice.
Es un paso más a la desaceleración económica, que se trasladará también a 2020, hasta el 1,9%, pero no a 2019 (2,2%), según los cálculos de la entidad (en el documento adjunto).
En paralelo, el BdE advierte sobre el impacto de la subida a 900 euros del salario mínimo interprofesional (SMI), que no afectará al consumo (más poder adquisitivo), pero sí al empleo, que se frenará.
No es nuevo. El gobernador, Pablo Hernández de Cos, ya señaló durante su última comparecencia en el Congreso que, a pesar de los efectos limitados de la subida del SMI, de 735 a los 900 euros, afecta al 0,8% del empleo, con una pérdida de unos 156.000 puestos de trabajo. Los colectivos más perjudicados son los jóvenes y los de mayor edad con menos formación.
No hay pronóstico para que la tasa de paro llegue al 10%: a finales de 2021 seguirá por el encima del 12%
El freno al empleo se concretará en 2019. Tasa de paro, con todo, pasará del 15,3 a 14,3% en 2019, “hasta situarse, a finales de 2021, ligeramente por encima del 12%”.
Las razones de la desaceleración son las mismas que las dadas en septiembre: el menor ritmo del consumo y el aumento de la incertidumbre en el exterior, como la guerra comercial de EEUU y China, el Brexit o el rechazo de Italia al correctivo de Bruselas en los Presupuestos.
Respecto al déficit público, calcula que este año se reducirá al 2,7% del PIB, el mismo nivel que prevé el Gobierno, no así en 2019, que terminará seis décimas por encima. Esa diferencia, a peor, se amplía en 2020 (9 décimas, al 2%) y 2021 (1,8%, no el 0,4%).
Y respecto a la inflación, sitúa el IPC en el 1,8% este año; el 1,6 %, en 2019 y 2020, y 1,7 % en 2021.